El sitio arqueológico más importante del norte de México, se localiza en Chihuahua y es una excelente alternativa de viaje, puesto que allí la cultura y el entretenimiento se combinan de una manera única y recomendable. Estamos hablando de Paquimé, un lugar de enorme valor histórico y turístico.
Se trata de un extraordinario conjunto de construcciones de adobe, muy diferente a los sitios arqueológicos que existen en el centro y sur del país. Paquimé se ubica en una meseta sobre el río Casas Grandes y tuvo su momento de máximo esplendor entre los siglos X y XIV. Algunos especialistas consideran que esta urbe prehispánica llegó a tener más de 3,000 habitantes. Una parte considerable de la ciudad se perdió a causa de un gran incendio, acaecido en 1340. El abandono total de Paquimé, por parte de sus moradores, mucho antes de la llegada de los españoles, aun no ha sido explicado por completo.
Algunas de las características que definen a Paquimé son sus edificios de muros de tierra apisonada, algunos con 1.5 metros de anchura; la proyección laberíntica de sus construcciones, las cuales incluyen “complejos de apartamentos” de hasta cinco pisos y algunos de ellos, con escaleras interiores incluidas.
La ciudad contaba con una vasta red de canales, la cual abastecía de agua a la ciudad trayendo el vital líquido desde manantiales localizados a 8 kilómetros de distancia. Además, los moradores de Paquimé, cuya etnia y lengua aun no han sido determinadas, criaban guacamayas para utilizarlas en ciertos rituales. Se preservan algunas construcciones de adobe con entrada circular, en donde ellos mantenían a estas aves.
Se sabe que Paquimé tenía cierto contacto con las grandes culturas del centro de México, puesto que también contaba con elementos arquitectónicos, como los juegos de pelota. No obstante, exclusiva de esta enigmática cultura era un tipo de cerámica muy pulimentada, caracterizada por incluir extraños detalles ornamentales antropomórficos o geométricos.
El sitio arqueológico de Paquimé cuenta con un excelente Museo de Sitio, con una estupenda maqueta que nos muestra cómo debió haberse visto la ciudad en sus mejores momentos. Por otra parte, en el cercano pueblo de Casas Grandes se pueden adquirir atractivas artesanías, con el estilo de las halladas en Paquimé.
La zona donde se localiza este sitio arqueológico es muy calurosa, y por ello, para visitarla, conviene llevar ropa y calzado ligero. Para divertirse y descansar del recorrido que implica conocer este yacimiento, posteriormente, se aconseja nadar en las aguas termales del cercano balneario de Huápoca. Por ello, no hay que olvidar el traje de baño, como parte de nuestra indumentaria.