Para los mexicanos actuales, Templo Mayor es la zona arqueológica y el museo de sitio que se localiza en el corazón de la capital mexicana. Para los aztecas del México prehispánico, se trataba de un centro ceremonial de gran relevancia, llamado “huey teocalli”.
Para los aficionados a la historia y la arqueología mexicana, conviene saber que el Templo Mayor fue el centro de las actividades religiosas y políticas de los mexicas. La edificación del Templo Mayor, con su impresionante diseño piramidal, comprendía no solo los templos dedicados a Huitzilopochtli- el dios de la guerra-, y Tláloc- el dios de la lluvia-, sino también el Calmecac, el Juego de Pelota, el Tzompantli, el Templo de Ehécatl y la Casa de las Águilas.
Además, en la zona del Templo Mayor, fue hallada una de las piezas escultóricas más valiosas del arte azteca. Se trata de una representación colosal de la diosa Coyolxauhqui, derrotada y rota, la cual apoyada por las estrellas, los Centzon Huitznáhuac, había combatido a su hermano Huitzilipochtli, el sol, en la cima de la Montaña Sagrada, Coatepec. Huitzilopochtli, el dios colibrí, había salido victorioso en la defensa de la Tierra, la gran madre Coatlicue y había arrojado a la Luna desde lo alto del cerro, para que se hiciera pedazos en los peñascos.
Este es uno de los mitos de mayor importancia para la cosmovisión azteca y era evocado continuamente por los mexicas en diferentes rituales y ceremonias en los recintos del Templo Mayor.
Verdadero centro vital de la ciudad de Tenochtitlan, el Templo Mayor fue edificado en siete etapas diferentes y alcanzó una altura de 60 metros. Contaba con una distribución en ocho salas, cuatro en la zona sur del edificio y otras cuatro en la del norte.
El actual Museo del Templo Mayor se divide de igual manera en dos grandes secciones, una dedicada a Huitzilopochtli y otra a Tláloc, así como también a las actividades sociales y culturales de los aztecas, asociadas a estas deidades. Las cuatro primeras salas del Museo del Templo Mayor, se ocupan de las actividades bélicas de los mexicas y los productos que obtenían gracias a su expansión imperial. Las cuatro últimas secciones, tratan acerca de los métodos de agricultura del pueblo azteca y la manera en la que aprovechaban los recursos naturales de su entorno.
El Museo cuenta además, con una completa tienda de libros, artesanías y recuerdos diversos. También hay sanitarios, áreas para descansar y un auditorio donde se ofrecen conferencias al público acerca de las antiguas culturas mexicanas. La entrada al Sitio arqueológico y al Museo tiene un costo de 57 pesos. El Templo Mayor se encuentra abierto al público de martes a domingo de 9 am a 5 pm.
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