El Distrito Federal y sus alrededores, en el Estado de México, ofrecen una vasta gama de alternativas turísticas de gran atractivo para el entretenimiento familiar. Una gran diversidad arquitectónica, cultural y ecológica se puede hallar en los parajes y comunidades aledañas a la Ciudad de México. Tales atractivos se perfilan como notables opciones de esparcimiento para toda la familia. Para llegar a varios de ellos, ni siquiera es necesario tomar la carretera, puesto que basta con llegar a la estación del metro más cercana y luego un vehículo de transporte público. Lo siguiente es solo un atisbo a los sitios imperdibles, para quien visite las cercanías del Distrito Federal.
Naucalpan es un lugar de gran interés, puesto que allí se localiza la Pirámide de El Conde, una edificación chichimeca de enorme relevancia histórica. También ponderable es la Presa Iturbide, localizaba en medio de bosques densos de oyamel, en el municipio de Tlazala de Fabela. Es un paraje sumamente atractivo para el ecoturismo y el turismo de aventura. Quienes gusten del excursionismo, los campamentos y la observación científica de los ecosistemas naturales, tendrán el goce asegurado al visitar las inmediaciones silvestres de la Presa Iturbide.
No lejos del punto anterior, aparece la Presa San Miguel Mineapan, en el municipio de Xonacatlán y media hora de camino después, el Centro Ceremonial Otomí (Temoaya). Ubicado a 102 kilómetros de la Ciudad de México, este paraje es la sede de una importante comunidad indígena de la región. Allí se realizan valiosas ceremonias rituales, de acuerdo a las creencias de esta etnia, el primer domingo de cada mes, al mediodía. Sin duda es una excelente recomendación para el turismo antropológico.
Ecatepec, Cuautitlán y la ruta de las pirámides también se proyectan como alternativas necesarias, para los viajeros que busquen conocer los mejores lugares cercanos a la Ciudad de México. En Ecatepec, destaca la Casa de Morelos, con documentos y objetos personales del héroe insurgente y además, la muralla del Albarradón, construcción prehispánica-colonial que abarca varios kilómetros. En el caso de Cuautitlán, aconsejamos visitar El Cerrito, donde se encuentra la casa prehispánica de Juan Diego, justo debajo de una construcción sacra del siglo XVI. Finalmente, en lo que se refiere a la Ruta de las Pirámides, sobresale Acolman, población mexiquense en donde se puede visitar, de entre muchos sitios interesantes, el Museo de Prehistoria de Tepexpan, levantado en el lugar donde fueran hallados los restos fósiles del célebre “hombre de Tepexpan”.