Los ejercicios que incrementan la fuerza, construyen masa muscular, en tanto que, los movimientos sostenidos y regulares ayudan al buen desempeño de la tiroides, disminuyen la inflamación y favorecen que la glucosa sea transformada en energía y no tanto en grasa. Se puede aumentar el gasto de calorías variando, dentro de una misma rutina de ejercicios, tiempos de intensa dinámica física y otros más relajados. Sin importar qué actividad física sea la que se practique, los beneficios serán muchos y muy positivos. Hay que ejercitarse un minuto a la máxima capacidad, luego hacerlo a una intensidad moderada y mantenerse así, durante unos tres minutos. Aconsejamos repetir esta secuencia tres veces, dos o tres veces a la semana, para así tener un metabolismo mucho más eficiente y una mejor calidad de vida.