La Sierra Norte del estado de Puebla es una fértil región en donde tienen su crisol diferentes ríos, los cuales transitan hasta desembocar en el Golfo de México. Estos parajes suelen alcanzar alturas que varían entre los mil y los dos mil metros sobre el nivel del mar. Es un territorio rebosante de fronda densa y áreas rocosas, con capas de niebla que se dispersan paulatinamente, al alba, en un ambiente de rumor de cascadas y vida silvestre.
Parecería un paisaje extraído de algún libro del siglo XIX, con bosques de coníferas apareciendo entre cortinas de niebla, mientras se avanza por entre laderas inclinadas, entre cafetales y muchos árboles frutales. Este es el lugar donde se levantan diferentes pueblos, antiguos y pintorescos, en los cuales los turistas y viajeros encuentran ocasiones inagotable para el disfrute y el descubrimiento.
Chignahuapan es uno de estos pueblos de la Sierra Norte de Puebla. El significado de su nombre, de origen náhuatl, es “Sobre las nueve aguas”. Se trata de una comunidad que ha estado habitada desde el siglo VII d.C., justo cuando grupos totonacas se asentaron en la región. En la actualidad Chignahuapan es sobre todo un pueblo agrícola y sus habitantes se dedican al cultivo de trigo, avena, maíz y haba.
Qué visitar en Chignahuapan
Las razones principales por las que este rincón poblano, merece ser conocido, no radican tanto en su encantador ambiente de casas blancas, ni en el esplendor de sus ocasos, que se pueden contemplar en la distancia. Se trata más bien de sus baños termales y su artesanía típica, enfocada en la elaboración de esferas de Navidad.
En cuanto a lo primero, a unos cuantos kilómetros del centro de Chignahuapan, nace un manantial de aguas sulfurosas, a las cuales los lugareños les asignan capacidades curativas. En ese lugar se ha instalado un balneario, un spa y un establecimiento de hospedaje, limpio y cumplidor.
En lo que se refiere a las esferas de Chignahuapan, se trata de la dinámica industrial más relevante para el municipio. En este pueblo existen cerca de 200 talleres y más de 3,000 artesanos enfocados a la producción de esferas navideñas. Varios de ellos acostumbran trabajar a puertas abiertas para que los turistas y visitantes puedan conocer los pormenores de su trabajo.
Además de resultar algo realmente interesante, visitar Chignahuapan nos brinda la oportunidad de adquirir esferas de Navidad a los mejores precios posibles.
Cómo llegar a Chignahuapan
Si se piensa llegar a Chignahuapan desde el norte del país hay que seguir las autopistas 57 y 180. Si por el contrario se llega de este a oeste, hay que tomar las autopistas 57,130 y 180. Por último, desde el sureste, las autopistas que se deben utilizar son la 150 y la 180.
Información relevante acerca de Chignahuapan
Un tip interesante para visitar Chignahuapan es que, en los primeros días de noviembre, se realiza, a lo largo de una semana, la Feria Nacional del Árbol y la Esfera de Navidad. En el marco de este evento se exhiben los adornos típicos de estas celebraciones y se ofrecen a precios muy accesibles. Por lo tanto, además de ser divertido es muy aprovechable.
Hay que mencionar que en Chignahuapan se elaboran al año más de 70 millones de esferas, lo cual le ha ganado a esta comunidad poblana, renombre a nivel internacional.
Actividades a realizar en Chignahuapan
En la Plaza de la Constitución de Chignahuapan, su plaza central, se levanta la hermosa Parroquia de Santiago Apóstol, construcción del siglo XVI que vale la pena visitar. Lo mismo sucede con su atractivo quisco de proyección mudéjar con su fuente y las casas aledañas, de blancos muros y tejas rojas. No lejos de allí, se encuentra otro edificio imperdible: la Basílica de la Inmaculada Concepción, con una impresionante escultura en cedro, colocada en el altar principal, creada por el artista poblano José Luis Silva. En este bello pueblo, también se recomienda disfrutar de la Laguna de Chignahuapan, ideal para la pesca de carpas.
Cuando visites las aguas termales del lugar, no te pierdas la Iglesia del Honguito. En este recinto sacro se encuentra una curiosidad local. Se trata de un diminuto hongo petrificado- hallado en 1880 por un campesino de la región- y en cuya superficie se observan- solo a través de un lente magnificador- diferentes figuras de Jesucristo.