La cocina mexicana está reconocida como una de las más diversas y deliciosas en el mundo.
Por la herencia prehispánica que ostenta y en combinación con las tradiciones culinarias provenientes de España, la gastronomía mexicana integra los sabores de dos continentes en creaciones de gran exotismo y colorido.
El sentimiento y orgullo de conservar antiguas recetas, incluir ingredientes típicos y consumir determinados platillos en fechas especiales, es especialmente notable en las mujeres de nuestro país.
Las raíces de la cocina nacional se fundamentan en la utilización del maíz, el chile, el frijol y otros elementos animales y vegetales, particulares de México.
Estos últimos se han complementado con ingredientes propios del continente europeo, lo cual ha incrementado la variedad y calidad de las creaciones gastronómicas de México.
Las bebidas y platillos tradicionales de México, así como también las creaciones de alta cocina que se preparan en los restaurantes más exclusivos del país, poseen texturas y sabores sumamente delicados, pero también sabores intensos, amargos e interesantes.
No hace mucho tiempo, la comida mexicana fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Lo que hace tan especial a la gastronomía mexicana es la mezcla de culturas que nos ofrece: las recetas europeas combinadas con exóticos ingredientes indígenas han hecho surgir a una de las tradiciones culinarias más interesantes del mundo.
La vivencia turística de recorrer el país, no estaría completa sin saborear la gran variedad de antojitos que llevan consigo, además de su delicioso sabor, toda una historia que contar y por lo consiguiente se transforman en elementos representativos de la idiosincrasia mexicana.