Una de las bebidas más tradicionales en el centro y sur de México es el tepache, resultado de la fermentación de los azúcares de la piña. Originalmente este elixir fue utilizado en rituales religiosos mesoamericanos; pero hoy en día la bebida es profundamente popular y puede ser una excelente compañera de tacos y demás antojitos mexicanos.
Esta bebida tiene un sabor fuerte por la fermentación de los azúcares de la piña (aunque puede ser de alguna otra fruta). Su grado alcohólico es muy bajo, por lo que generalmente se puede comprar y consumir en la vía publica sin el riesgo de ser amonestado por la policía.
La palabra tepache es de origen náhuatl “tepiatl”, y significa bebida de maíz debido a que, anteriormente (e incluso hoy en día), se elaboran este tipo de bebidas fermentadas con base en el maíz; no obstante hoy en día el tepache se prepara a base de frutas. Sí existen bebidas de maíz fermentado, pero han adquirido diferentes denominaciones.
Según los expertos, la elaboración del tepache es sencilla y sólo requiere de cuatro días: en los dos primeros se dejan reposar trozos de pulpa y cáscara de piña en una olla de barro con clavos y canela, después se le agrega una mezcla de cebada y piloncillo, previamente hervidos, los cuales se dejan fermentar otros dos días.
Anteriormente el tepache era la bebida más popular del Distrito Federal, donde incluso existían lugares especializados conocidos como “tepacherias”; no obstante, con el ingreso del refresco en los años cincuenta, poco a poco se fue perdiendo la tradición de esta bebida en los comedores populares. Aún así en la ciudad de México es fácil encontrar tepache, generalmente en algunas taquerías tradicionales y a través de vendedores ambulantes en las calles. Es típico que el tepache se encuentra en un barril de madera pintado de color naranja.
El tepache también es popular en Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Puebla, Morelos, Oaxaca y Veracruz, aunque tiene algunas variaciones, sobretodo en el uso de la fruta fermentada.
El tepache es refrescante, tiene un sabor único y se toma bien frío. Su solvencia es semejante a la cerveza, pero es más dulce y menos fuerte. ¿Brindamos?