Los antiguos mayas produjeron, desde tiempos inmemoriales, numerosos textos jeroglíficos. Y aun cuando muchos de ellos han perdurado en objetos de cerámica, monumentos de piedra y pinturas murales, existen evidencias de que desde entonces, los códices también eran bastante usados. En lo que sigue, comentaremos acerca de los códices de origen maya que se conservan en la actualidad: estos son el Códice Dresde, el Códice Madrid y el Códice París. Su valía es inmensa, en especial para la comprensión del cómputo maya del tiempo, la estructura de su imaginario religioso y para el desciframiento de su compleja escritura.
Códice Dresde
Este documento aborda temas adivinatorios que se relacionan con complejos rituales en el marco de la cosmovisión, la astronomía y los registros calendáricos de los mayas. De entre los tópicos más significativos que trata este códice están por ejemplo: detalles de la deidad lunar de los mayas; profecías vinculadas a los katunes, es decir, fechas estimadas a partir de la ondulación del cuerpo de las serpientes; cierto diluvio; rituales para celebrar el año nuevo y los ciclos agrícolas; así como también, diferentes tablas numéricas. Algunos investigadores han identificado en el Códice Dresde una sección acerca del planeta Marte.
Códice Madrid
Incluye referencias a adivinaciones relacionadas con ciclos del calendario maya y los diferentes rumbos del universo. En este documento prehispánico aparecen ilustraciones acerca de las dinámicas cotidianas de los antiguos mayas, como la agricultura, la apicultura, las plegarias al dios del agua, la cacería, diferentes actividades bélicas, técnicas de tejido y sacrificios humanos. El Códice Madrid también incluye referencias a ceremoniales que señalaban la culminación de un haab, es decir, un periodo de 365 días y el inicio del haab siguiente. Es interesante observar que ciertos pasajes son muy parecidos a los que aparecen en códices realizados por las culturas del Centro de México.
Códice París
El tópico principal que aborda este códice es una serie de representaciones vinculadas con un ciclo calendárico maya. Otros de los temas que trata el Códice París son acerca del dios Chaac, fechas, dioses menores y ámbitos siderales. También destaca en esta parte del códice, una doble página con ilustraciones referentes al inicio del año solar de 365 días durante un periodo de 52 años. Las dos páginas con las que finaliza este documento nos muestran a trece criaturas de exótica presencia, aunque esta parte del códice se encuentra en malas condiciones.