A solo una calle del zócalo de la capital poblana, aparece el Templo de la Santísima Trinidad. Este edificio formidable sobresale por su altura y señorío, destacando en lo que se refiere al exterior, la admirable fachada, con su revestimiento de cantera grisácea y sus ornamentos de talavera en forma de tableros, todo lo cual cautiva las miradas de los turistas. Varios de los tableros mencionados abordan motivos relacionados con la fundación de la ciudad de Puebla. Esta bella iglesia fue construida en el siglo XVII y preserva algunas composiciones pictóricas de los tiempos de la Colonia. Los retablos y los decorados que poseía originalmente, se han perdido, sin embargo, en su lugar, se pueden admirar valiosos retablos del siglo XIX, que han sido integrados a esta construcción novohispana.
Esta construcción fue estrenada en 1672. La portada del templo fue realizada ñpor los canteros Juan Jerónimo y su vástago Juan Antonio. A principios de la década de 1930 se revistió toda la fachada de cantera y se instaló un tablero de azulejos en donde se representan importantes pasajes de la fundación de Puebla. Vale la pena ponderar que el exterior de la Santísima Trinidad es bastante sencilla. Las dos portadas que incluye, son de un sobrio estilo barroco, con delicados lineamientos. La portada más importante, está trabajada con cantera y en uno de los nichos nos deja ver una imagen de la Virgen de la Concepción elaborada con mármol blanco.
Qué visitar en el Templo de la Santísima Trinidad
La mayoría de las iglesias de conventos de monjas está integrado por una sola nave, con una ábside en forma de rectángulo. Únicamente se ha conservado el coro alto, pues el coro bajo que poseía el templo fue anexado al cuerpo principal, para hacer espacio al gran número de feligreses que acudían al lugar. En la actualidad, los visitantes, además de poder disfrutar de esta valiosa arquitectura, tiene la posibilidad de contemplar los altares y ornamentos decimonónicos del interior de la Santísima Trinidad. Es preciso agregar que allí también se atesoran composiciones coloniales de Miramón y Castillo y en la sacristía una pintura conocida como la Santa Leocadia, de la autoría del célebre artista Diego de Borgraf.
El edificio que les recomendamos visitar, es un templo enfocado al culto católico romano y se considera bajo la advocación de la Santísima Trinidad. Es interesante saber que la iglesia en cuestión fue construida por un impulso de los regidores poblanos Alonso de Rivera Barrientos, Alonso Hidalgo de Ávalos y Antonio Rodríguez Barrientos, todos ellos parientes. Ellos adquirieron en 1619, el edificio que fuera alguna vez el palacio episcopal del obispo Alonso de la Mota y Escobar para establecer un convento. Una docena de mujeres, parientes de los fundadores del Convento de la Santísima Trinidad ( antes de Nuestra Señora de la Concepción), fueron quienes integraron la primera generación de monjas relacionadas con este inmueble.
Cómo llegar al Templo de la Santísima Trinidad
El Templo de la Santísima Trinidad se encuentra en la Avenida Reforma y 3 Norte, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, Puebla.
Información relevante acerca del Templo de la Santísima Trinidad
Esta iglesia recibió su consagración en 1673 por parte del obispo Diego Osorio de Escobar y Llamas. Sin embargo, luego de dos siglos y medio, por los efectos de las Leyes de Reforma, se dio la confiscación de los bienes y el enclaustramiento de las monjas, además de un fraccionamiento del convento para ser puesto a la venta en lotes. No obstante el templo no corrió esta suerte y siguió en pie, tal y como se le puede visitar hasta el día de hoy.
Actividades a realizar en el Templo de la Santísima Trinidad
Una acertada recomendación, es contemplar con el tiempo suficiente, obras pictóricas tan bellas como las siguientes: una de gran formato, firmada por Miramón en 1772, titulada “Escena de la vida de Santa Rosa”; o bien, la “Concepción con alegorías” firmada por Castillo; una Santa Leocadia, también admirable en su trazo y realización; así como también, numerosas pintoras correspondientes al artista flamenco Diego de Borgraf, las cuales, se conservan en la sacristía del Templo de la Santísima Trinidad.