En lo que sigue, vamos a comentar algunos datos interesantes acerca del sitio arqueológico de Tehuacalco. Se trata de un yacimiento prehispánico en etapa de exploración, localizado en el estado de Guerrero. Se anticipa que muy pronto se permita el acceso del público a lo investigado hasta la fecha y que Tehuacalco se sume a la vasta lista de atractivos turísticos con los que cuenta esta entidad de nuestro país. Los responsables de las excavaciones realizadas en Tehuacalco son, en primer lugar, el Gobierno del Estado de Guerrero, a continuación, la secretaría de Fomento Turístico estatal y finalmente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
México nos ofrece un abanico de manifestaciones culturales de gran colorido y diversidad. La historia de nuestra nación puede ser dividida en distintas etapas, las cuales van desde los primeros asentamientos en el continente americano, es decir, hace unos 30 mil años, hasta fenómenos sociales como la globalización, que afecta no solamente a México, sino a todo el orbe.
En el marco de esta pluralidad histórica, sobresale la nombrada como época prehispánica, tiempo de grandes imperios en toda Mesoamérica. Ejemplos destacados de estas monumentales civilizaciones fueron la azteca, con su poderío marcial; la maya y su calendario de alta perfección y los antiguos olmecas, reconocida como la “cultura madre” de todas las del México Antiguo y regiones circunvecinas.
No obstante, hay una entidad de la república en donde no se han efectuado muchas exploraciones arqueológicas. Se trata de Guerrero, uno de los más atractivos a nivel turístico. Recientemente se ha comenzado a compensar esta necesidad, con las investigaciones desarrolladas en el sitio arqueológico de Tehuacalco.
Qué visitar en el sitio arqueológico de Tehuacalco
Este yacimiento arqueológico, abarca, aproximadamente, unas 80 hectáreas, y allí se han hallado 11 estructuras, de entre las cuales destacan, un juego de pelota, con orientación Norte-Sur, y una edificación de grandes dimensiones, nombrada como E5, sobre la cual fueron construidos diversos basamentos y patios.
También resulta importante la Estructura E1, la cual fue inicialmente un lomerío, transformado luego en estructura piramidal, por medio de cierta nivelación y el anexo de una escalinata. Los arqueólogos han determinado que esta misma escalinata, se hallaba vinculada a una calzada que conducía a un cerro sagrado.
La construcción ubicada en lo alto de la Estructura E1, es nombrada como el Templo Corona y por los descubrimientos arqueológicos realizados en ella, se ha hecho patente la relevancia que tuvo este templo para los antiguos habitantes del Tehuacalco. Por ejemplo, allí fueron encontrados, símbolos relacionados con el planeta Venus, con la guerra y con el culto al sol.
Cómo llegar a Tehuacalco
El sitio arqueológico de Tehuacalco se ubica en el municipio de Chilpancingo, en los límites con el municipio de Juan R. Escudero y Ciudad de Tierra Colorada. Para poder llegar al área arqueológica, hay que tomar la carretera de Acapulco o la de Chilpancingo. En ambas vías, el trayecto toma unos 50 minutos.
Información acerca de Tehuacalco
Conviene comentar acerca del significado del nombre Tehuacalco. Se trata de una palabra náhuatl que tiene tres posibles interpretaciones etimológicas: “Lugar de la caja de piedra”, Lugar de la casa del agua sagrada” o bien, “Lugar de casas de sacerdotes”.
Una de estas denominaciones se deriva, probablemente, de la gran cantidad de pozos artificiales que hay en la zona y que le proporcionan una imagen parecida a la de una caja. Las otras dos referencias acaso se vinculen con ciertas representaciones en forma de espiral, de frecuente aparición en los Juegos de Pelota de esta zona del país. Hay que recordar que las espirales en tiempos prehispánicos estaban asociadas, simbólicamente, a las corrientes de los ríos.
Actividades a realizar en Tehuacalco
Conviene investigar más acerca de los posibles habitantes de Tehuacalco. Hace siglos, a este lugar también se le conocía como Yopitzingo, y a sus moradores se les conocía como yopes. Los datos acerca de este pueblo no son abundantes, una de ellas, por parte de Bernardino de Sahagún, refiere que los “yopimes” eran ricos. Otras en cambio, señalaban que los yopes eran bárbaros toscos y sin habilidad, incluso inferiores a los otomíes. Estudios recientes señalan que los indígenas yopes eran semisedentarios, sin una ciudad fija, aunque conocían las técnicas de la agricultura.