Algunos de sus moradores más antiguos lo denominan, de entre varios otras maneras, como “el pequeño vaticano” puesto que en este lugar se han construido seminarios, conventos y la Universidad Pontificia, además de hospitales y sanatorios.
Tlalpan, en náhuatl, significa “tierra firme”. Fue hacia 1500-1200 a.C. que un grupo de indígenas decidió habitar las faldas del cerro del Ajusco y edificar Cuicuilco. Ya en tiempos virreinales, la zona de Tlalpan tomó como cabecera el pueblo de San Agustín de las Cuevas, cuyo nombre se decidió en honor al Santo Patrono del lugar, a quien se le dedicó la iglesia principal. Lo de “Las Cuevas” derivó de la explosión del volcán Xitle, la cual produjo diversas cavidades en la región. Tlalpan y San Agustín de las Cuevas están vinculados a diversos episodios históricos del país. De hecho, por su proximidad con el estado de Morelos, San Agustín de las Cuevas y otros pueblos de Tlalpan se involucraron en los monumentales revolucionarios de 1910.
Qué visitar en San Agustín de las Cuevas
Primero conviene explorar la Plaza de la Constitución, la cual es el corazón de este mágico lugar, de proyección provincial, su jardín y su kiosco datan de 1872, aunque sus bancos son de 1934 y fueron costeados por los propios habitantes del lugar. En uno de los extremos de esta plaza, se ubica el célebre “Árbol de los Ahorcados”, donde fallecieron algunos héroes de Tlalpan que lucharon en contra de Maximiliano de Habsburgo.
Rodean a este árbol, muchos de los mejores atractivos de Tlalpan, por ejemplo su portal. En los días del porfiriato este lugar servía como centro de convivencia, el cual incluía un boliche, un billar y un diminuto casino. En la actualidad, en él se encuentran instalados diversos restaurantes, por lo que resulta un lugar excelente para tomar el desayuno.
También digno de visitar es el Parque Juana de Asbaje, inaugurado en 1999, en los terrenos que antes ocupaba el Sanatorio Psiquiátrico Floresta. A un costado de la Plaza Principal se construyó a finales del siglo una bella mansión: la Casa Frissac. Fue mandada a hacer por Jesús Pliego Frissac, propietario del lugar y poderoso hacendado, con un notable estilo ecléctico típico del porfiriato. Tras haber servido como la residencia del presidente Adolfo López Mateos, hoy en día es la sede de una galería de arte y recinto donde se ofrecen talleres culturales.
Por su parte, el Templo y Convento de San Agustín, fueron edificados por los franciscanos en el siglo XVI. No obstante al final, los dominicos ocuparon el completo. Su portada sencilla, no refleja la opulencia de sus interiores, que incluyen tres naves de proyección basilical. En 1898, un incendio destruyó su retablo principal y tuvo que ser reemplazado por un altar hecho de mármol traído de Santo Tomás Ajusco y además un retablo moderno con una pintura que data del siglo XVIII.
Finalmente la Capilla de la Virgen del Rosario, sobresale por su bello retablo barroco plateresco. Su sacristía luce espléndidas viguerías, lavamanos elaborados en talavera, antiguos muebles y un lienzo dedicado a la Sagrada Familia, entre otros tesoros de arte sacro. El Claustro de la Capilla de la Virgen del Rosario es sencillo y su arquería es de ladrillo y piedra volcánica.
Cómo llegar a San Agustín de las Cuevas
Vías de acceso a San Agustín de las Cuevas son: la autopista México-Cuernavaca, la Calzada de Tlalpan, la Carretera Picacho Ajusco y Viaducto Tlalpan. También se pueden utilizar la línea 1 del Metrobus, la línea 134 del RTP, la ruta 1 de microbuses que parten desde Izazaga hasta el centro de Tlalpan, o bien, tomar el Tren Ligero hasta llegar a la estación Estadio Azteca y desde allí tomar un microbús o un taxi.
Información relevante acerca de San Agustín de las Cuevas
Uno de los eventos sociales inolvidables, acontecidos en San Agustín de las Cuevas, fue la boda de María Félix y Jorge Negrete, la cual, en su momento, fue calificada como la “Boda del siglo”. Fue celebrada el 18 de octubre de 1952 en las calles de Allende y Matamoros, lugar donde antes se hallaba la Finca de Capiotato.
Actividades a realizar en San Agustín de las Cuevas
Se puede visitar el Museo de Historia de Tlalpan, el cual se encuentra instalado en una antigua casona en las esquinas de Congreso y Morelos. Allí tienen lugar distintasexposicionespictóricas y puede admirarse el teléfono con el cual se hizo la primera llamada desde Tlalpan a la capital del país.
Un poco más retirado rumbo al cruce del Periférico Sur y Avenida Insurgentes se localiza el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Cuicuilco que exhibe cerámicas, figurillas y entierros de una de las culturas más antiguas asentadas en otra región del Valle de México.
Otra opción de visita, en el marco de un paseo por San Agustín de las Cuevas, es el Parque Nacional Fuentes Brotantes, inaugurado en 1936. En este grato espacio se ofrecen a los visitantes muchos verdes senderos, juegos infantiles, área de alimentos y un diminuto lago de cristalinas aguas, donde habitan grupos de patos y pequeñas tortugas.