No se trata de la excelente banda de rock, sino del lugar que homenajean con su nombre artístico. Es uno de tantos lugares interesantes con los que cuenta el Centro Histórico de la Ciudad de México: no en vano este último fue declarado, desde hace algunas décadas, como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Estamos hablando del Café de Tacuba, uno de los establecimientos culinarios más queridos y respetados en la capital mexicana. Los turistas que se encuentren de visita en la Ciudad de México, y que deseen conocer la esencia de nuestro país a través de sus sabores típicos, tienen en el Café de Tacuba, del Centro Histórico, una escala necesaria.
Localizado en el número 28 de la calle de Tacuba, entre Allende y República de Chile, en una construcción del siglo XVII, el restaurante que les recomendamos, está decorado con motivos típicos mexicanos y distintas obras pictóricas de gran belleza. Fundado en el año 1912, el Café de Tacuba ha sido testigo de los acontecimientos más relevantes en la historia moderna de México y esto le añade un plus a su innegable atractivo. Degustar los platillos tradicionales que nos ofrece este lugar, es, en cierta manera, revivir la experiencia del México de ayer, hoy y siempre.
También hay que ponderar, el ambiente familiar que prevalece en el Café de Tacuba. Por tal motivo, este local, con frecuencia, sirve como sede de eventos sociales de la más variada índole. Incluso, fue el escenario de algunas escenas de la película “Los hijos de Sanchez” (1978).
En lo que se refiere al arte, que se expone en el Café de Tacuba, cabe destacar, cómo se combinan gratamente muchas obras sacro, con el estilo novohispano del edificio donde se localiza. Uno de los cuadros más admirados por los comensales, es una representación de la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz.
De entre los platillos más representativos que se ofrecen en el Café de Tacuba, están las enchiladas con queso parmesano gratinado y acompañadas de salsa de espinaca. También delicioso es el chocolate caliente con pan de dulce o empanadas de fruta, que se sirve por las noches.
Para amenizar la hora de la comida, en el Café Tacuba actúa un grupo coral, estilo estudiantina y un tradicional mariachi mexicano. Este detalle se agradece, puesto que, escuchar temas tan queridos de la cultura nacional, como “El rey” o “Las mañanitas”, hace menos fatigosa la espera para ser atendido, debido a la gran afluencia de comensales que cotidianamente se presenta en ese restaurante.
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