Localizada a 2 kilómetros al oriente de Chicanná, Becán fungió como una suerte de capital regional que mantenía bajo dominio a comunidades cercanas a Xpujil y la mencionada Chicanná. Probablemente, considerando las zonas habitaciones de los artesanos, agricultores y otros sectores sociales de menor rango, los tres asentamientos conformaron una vasta área conurbada. Se conservan vestigios de la ocupación humana del lugar, desde el periodo Preclásico, si bien el momento de mayor esplendor de Becán aconteció desde el 600 y al 900 d.C. Luego, paulatinamente, esta urbe prehispánica perdió la mayor parte de su población hasta el año de 1450, cuando fue abandonada por completo.
“Becán” significa en maya “cañón formado por agua”, puesto que la ciudad se halla rodeada por una gran trinchera o foso. Este es un detalle único en toda la región donde floreció la cultura maya. Desplegándose en forma paralela al foso, se observa un muro que en ciertos tramos supera los tres metros de altura y entre ambos delinean un perímetro de casi dos kilómetros, en el cual se abrían siete puertas a diferentes sacbeob, es decir, caminos. Las explicaciones que los especialistas han dado a esta singular planificación urbana oscilan entre una estratagema defensiva hasta un recurso en contra de las inundaciones. También se ha propuesto que, a través de esta separación urbana, se manifestaba una separación fáctica entre castas.
En Becán, el centro ceremonial está conformado por tres plazas, que se oriente a poniente se presentan de la siguiente manera: la A, la B y la C. Se trata de colosales estructuras asentadas sobre basamentos y con elevadas torres, abundantes recintos y cresterías, todo ello se concentra en los alrededores de la plaza A y la plaza B. En la primera de ellas es notable la Estructura I, con sus dos torres laterales de 15 metros de alto y con las aberturas que expone en su cima, seguramente utilizadas para fines astronómicos.
En lo que se refiere a la plaza B, allí sobresale la estructura VIII, por contar con un gran túnel de acceso y numerosos recintos interiores que se hallan en total oscuridad. Se conjetura que estas habitaciones eran utilizadas por los antiguos mayas para desarrollar rituales religiosos. En la plaza C se localizan dos plataformas que al perfilarse como paralelas, estructuran un juego de pelota.
Detalles importantes de Becan son las formas escultóricas que exhibe, puesto que son coloridas y refinadas. Además, esta urbe prehispánica expone una estructura singular en la cual el agua marcaba un límite cuyo significado y simbolismo no se ha determinado.