No se explica cómo, teniendo tantos atractivos y bellezas turísticas, Atlixco no posea una mayor proyección en este rubro. Se trata de una ciudad provincial de gran encanto, con grato clima, abundante en jardines y campos de flores y dueña de una herencia en arte y arquitectura sacra, de las más notables del estado de Puebla. Es una de las muchas ciudades del centro de nuestro país de la cual nunca se comenta lo suficiente, de acuerdo a su enorme valía de cara al turismo de México y del mundo.
Cuando se fundó, en 1574, tenía el nombre de Villa de Carrión y era una próspera comunidad cultivadora de trigo y otros productos agrícolas. En las postrimerías del siglo XIX, se transformó en uno de los centros textiles clave en la región, y en la actualidad, Atlxco destaca por su notable labor en la floricultura del país.
Atlixco se localiza en las faldas del Popocatépetl y por ende, nos ofrece algunos de los mejores panoramas del centro de México. Y en un sentido igual de positivo, se halla a medio camino entre la ciudad de Puebla y la Mixteca, por lo cual, el clima que impera en Atlixco ha sido calificado por el turismo, como uno de los más gratos del orbe.
Qué visitar en Atlixco
Atlixco es una comunidad encantadora y los cordiales lugareños han logrado transformar esta ciudad en una excelente opción para fin de semana. Ubicada en lo alto de un pequeño cerro se levanta la Iglesia de San Miguel, una edificación de sencilla, pintoresca y grata, que destaca por la armoniosa combinación de los elementos de su particular arquitectura.
En la parte baja de este mismo cerro se localiza la Capilla de la Tercera Orden, la cual data de las últimas décadas del siglo XVII o principios del XVIII. La Capilla de la Tercera Orden está reconocida como uno de los mejores conjuntos de argamasa que se preservan en toda Puebla y también fascina por su estilo barroco popular.
Otros edificios novohispanos imperdibles en Atlixco son: la iglesia de San Agustín; la de La Merced, con su impresionante fachada de argamasa con adornos de flores y vegetales, y el notable Hospitalito de San Juan de Dios, el cual fue trabajado en su construcción, con finos azúlelos.
Cómo llegar a Atlixco
Desde el centro, el norte y el golfo de México, se toman las carreteras federales 119, 129, 130 y 140, así como también, la autopista México-Veracruz. Una vez que se ha llegado a la ciudad de Puebla, se sigue la autopista Puebla Atlixco.
Información relevante acerca de Atlixco
Existe una gran cantidad de viveros en toda la ciudad de Atlixco y también los fines de semana es posible adquirir hermosas flores y arreglos de ellas, en el Parque Colón. No obstante, la mayor abundancia de viveros se halla en la parte noroeste de Atlixco, a un costado de las avenidas Morelos y Gómez Morín, las cuales están vinculadas a la carretera que lleva a Metepec. De entre las flores más lindas que se pueden comprar en los viveros de Atlixco, hay que mencionar: los pensamientos, rosas, gerberas, bugambilias y marvones.
Actividades para realizar en Atlixco
Una buena recomendación es la de visitar el centro del pueblo. Por ejemplo, allí se localiza el grato Parque Colón, tal es el nombre que recibe la plaza de armas y la arboleda anexa del centro de Atlixco. Allí se venden varios tipos de golosinas, tanto en puestos de las calles, como en el gran quiosco del lugar. En los alrededores del Parque Colón, se ubican varios edificios históricos de gran importancia, los cuales datan de la época virreinal o bien de la época del porfiriato. En los portales que hay en el centro de Atlixco, existen deliciosos restaurantes en donde se sirven distintos platillos típicos de la región, como la cecina y el consomé atlixqueño, sabroso preparado con chicharrón, queso y aguacate.
No dejes de conocer el Palacio Municipal y la Parroquia de la Natividad. Esta última iglesia, si bien es menos vistosa que las mencionadas previamente, es bastante admirable y preserva detalles originales de proyección barroca, trabajados en argamasa.
Además, un último tip, es aprovechar que los sábados es día de plaza en Atlixco y en esa fecha, los productores venden al mayoreo y a precios sumamente accesibles, sus mercancías.