De acuerdo a ciertos estudiosos, el nombre correcto de esta comunidad oaxaqueña es Tlacolullan, que quiere decir “entre lo muy lleno de varas”. Como quiera que sea, la denominación oficial que tiene es Tlacolula de Matamoros. El añadido es un homenaje al héroe Mariano de Matamoros, destacada figura en las gestas por la Independencia de México. En zapoteco, en cambio, esta población es nombrada como Guillbaan, que significa “pueblo de sepulcros”.
Se piensa que fue en el siglo II a de C. cuando los indígenas zapotecas llegaron al Valle, directamente desde Didjazaa. Por aquel entonces, el área que ocupa la actual Tlacolula de Matamoros, estaba cubierta por las aguas de un enorme lago. Los zapotecas, tras su arribo, practicaron un desagüe, por la zona en donde aparece hoy en día la comunidad de San Antonio de la Cal.
Varios son los atractivos que nos brinda el pueblo de Tlacolula. Muchos de ellos se relacionan con su patrimonio arquitectónico, pero también sus tradiciones, referencias históricas y hábitos de vida, son dignos de conocer.
Qué visitar en Tlacolula
Quizás lo más relevante de Tlacolula lo hallemos en su faceta comercial, y es que su mercado de los domingos es el más significativo de la región. Allí acude una multitud de vendedores y personas interesadas en adquirir las mercancías más variadas. Son personas que habitan en Tlacolula, pero también en comunidades vecinas. El mercado del pueblo que les recomendamos sobresale por su tradición y su fuerza entre las personas que habitan en el lugar: de hecho aún se utiliza la alternativa del trueque entre los vendedores.
Conocer el mercado de Tlacolula propicia una experiencia semejante a la de un viaje en el tiempo: es como retornar al crisol mismo de muestra mexicanidad. Y es que en los mercados populares del estado de Oaxaca se ha sabido conservar una valiosa heredad cultural. Los turistas en el mercado de Tlacolula se ven inmersos en un mar de colores, olores texturas, sonidos y sabores que nunca los deja indiferentes y les genera del deseo de volver alguna vez.
Pero además, en Tlacolula también se recomienda visitar una de las capillas más bellas de Oaxaca. Se trata de la dedicada al Señor de Tlacolula, mismo que tiene fama de milagroso. Es una noble construcción del siglo XVI que sobresale por sus valiosas características arquitectónicas. La decoración entera que ostenta este templo, fue elaborada en tiempos novohispanos y por esta razón, la colaboración de los indígenas se hace patente a través de sugestivos detalles. Por ejemplo, en la base de la cruz, se puede observar una admirable representación del Espíritu Santo, Dios Padre y Jesucristo con un mundo.
Imposible no recomendar también la Iglesia y Capilla de Santo Cristo. Es un templo construido en el siglo XVI, aunque posteriormente, en el siglo XVII, le fue añadida una capilla. Este conjunto arquitectónico de Tlacolula es uno de los ejemplos más admirables del barroco
Cómo llegar a Tlacolula
La comunidad de Tlacolula de Matamoros se encuentra al sureste de la capital oaxaqueña a unos 30 kilómetros siguiendo la Carretera Federal 190 con rumbo al Istmo de Tehuantepec. Este trayecto tiene un tiempo aproximado de 35 minutos.
Información relevante acerca de Tlacolula
La celebración popular más importante de la zona, es la Fiesta del Santo Cristo de Tlacolula. Esta última se efectúa el segundo domingo de octubre y tiene una duración de cinco días. Algunas de las actividades que incluye son la siguientes: juegos mecánicos, juego de pelota mixteca, bailes tradicionales, jaripeos, espectáculos pirotécnicos, actividades deportivas variadas y mucho más. También se desarrollan danzas populares, como la de la Pluma y la de los Jardineros.
Actividades a realizar en Tlacolula
Recomendamos explorar las tradiciones culinarias de Tlacolula, las cuales nos acercan plenamente a lo mejor de la gastronomía del estado de Oaxaca. Por ejemplo, en este pueblo se puede degustar de una barbacoa exquisita, así como también de pan y mezcal de excelente calidad.
Finalmente no hay que dejar de lado las artesanías que se elaboran en esta zona oaxaqueña, tanto Tlacolula, como las comunidades circunvecinas cuentan con habilidosos maestros artesanos que se dedican a la elaboración de productos como: molcajetes, metates, tenates, sombreros, petates, cinturones, monturas y fundas diversas.