Existen ciertos lugares en cada destino turístico, que concentran la esencia misma de esos sitios. En el caso de Taxco, en el Estado de Guerrero, no es la excepción. Se trata de una de las ciudades coloniales mejor conservadas de México. Los españoles arribaron a la región en 1522, interesados por los relatos mexicas acerca de metales preciosos en la región. El siglo siguiente, el XVII, fue el tiempo de la fiebre de la plata en Taxco, lo cual lleno de prosperidad y belleza a esta ciudad guerrerense. Desde entonces, Taxco ha experimentado dos notables renacimientos: uno en el siglo XVIII con el hallazgo de nuevas vetas en las cercanías y otro con la llegada de William Spratling, quien impulsó la creación de artesanías de plata en Taxco. Algunos sitios indispensables de este Pueblo Mágico son: la Casa Borda, la Plaza Borda, la Iglesia de Santa Prisca, el Museo de Arte Virreinal y la Casa Humboldt.