Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, es un territorio de fe y prodigios sacros. En este pueblo se ha atesorado durante más de 180 años, la imagen del Santo Niño de Atocha, motivo de veneración de innumerables y fervorosos connacionales. El tributo devoto que se le rinde a esta figura religiosa, se hace patente en los llamados “muros de fe”, paredes tapizadas con cientos de testimonios en donde se hace constar su apoyo en distintos padecimientos y enfermedades, de las personas que acuden solicitando su divina intervención.
Los primeros yacimientos de metales preciosos cercanos a Plateros, fueron hallados en 1566. A tales sitios se les llamó como Minas de San Demetrio, como un homenaje al santo patrono de ese tiempo. Ya en el siglo XVII, se veneraba en el lugar a un bello crucifijo de tamaño natural, nombrado como el Señor de Plateros, mismo que fue protagonista de un popular evento milagroso. Se cuenta que, hace mucho tiempo, un hombre le quitó la vida a una persona con una gran roca, la cual se exhibe hasta nuestros días en un patio anexo al Santuario de Plateros. Posteriormente aconteció la resurrección de la víctima, lo cual consolidó la fama de milagroso del Señor de Plateros y motivó la construcción del templo, en 1789.
No mucho después arribó al templo la representación de la Virgen de Atocha con el Niño Dios en su brazo izquierdo. La tradición afirma que tal imagen fue donada por el marqués de San Miguel de Aguayo, quien fuera dueño de las Minas de Plateros en tiempos previos a la Independencia de México. Este Niño Dios no mide más de medio metro, lleva huaraches, cuello de encaje y sobre los hombros, porta una esclavina con la concha del peregrino. El Niño de Atocha tiene el rostro rubio y redondo y un pequeño sombrero tipo tejano, además de un báculo, un guaje y una diminuta canasta.
Qué visitar en el Santuario de Plateros
Los primeros milagros concedidos por esta imagen religiosa comenzaron a ganarle popularidad al santuario, hasta que llegaron peregrinos de las más lejanas comarcas del país. Llegó el punto en el que fue separado de la Virgen y colocado aparte en una silla sobre el altar. En 1883 se edificó un pequeño anexo para esta figura, el cual en nuestros días, es conocido como el Salón de los Retablos.
Además del inmueble anterior es aconsejable contemplar los más de 20,000 exvotos que se muestran en los muros del templo y las vigas de los portales. Son agradecimientos y peticiones manifestadas en cartones, papeles, placas metálicas, láminas, hojas de latón, y muchos materiales más; con mensajes redactados por niños, niñas, mujeres, hombres y ancianos. No falta quien deje como ofrenda ropones para el Santo Niño de Atocha. Gran parte de estos exvotos son de personas del centro y norte de nuestra nación, la parte sur de los Estados Unidos y algunas naciones de Centroamérica.
Cómo llegar al Santuario de Plateros
El Santuario de Plateros se localiza frente a la Plaza Principal de la población de Plateros, en la población de Fresnillo, Zacatecas.
Información relevante acerca del Santuario de Plateros
El anexo mencionado ofrece cuantiosa información al público visitante acerca del Santo Niño de Atocha y el Santuario de Plateros, por medio de grandes desplegados, tipo poster. Las multitudes que acuden durante todo el año a visitar el Santuario de Plateros, han conformado una suerte de museo de arte popular, por medio de sus exvotos, testimonios de su devoción inextinguible y su gran esperanza. Cada uno de ellos nos relata la historia de un milagro realizado por la venerada imagen de este templo zacatecano.
Actividades a realizar en el Santuario de Plateros
Vale la pena darse el tiempo necesario para recorrer este santuario con parsimonia y atención. Estamos ante el centro de veneración religiosa más importante en México, después de la Villa de Guadalupe y el Santuario de San Juan de los Lagos. La construcción de este edificio data del siglo XVIII y destaca por su esbelta y hermosa portada de cantera rosada. Los accesos a su vasto atrio cuentan con admirables arcos ojivales. Hay que ponderar el hecho de que, han sido construidos más de 50 templos en honor al Santo Niño de Atocha desde Nuevo México en los Estados Unidos y hasta Costa Rica.