Localizado en el altiplano central del territorio nacional, el estado de Tlaxcala ha estado está custodiado por tres grandes cumbres, desde hace milenios: el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y la Malinche. Antiguo territorio otomí, pudo estar a salvo de los caciques aztecas, gracias a las alianzas que estos últimos establecieron con los tlaxcaltecas. No obstante, los tlaxcaltecas no pudieron impedir la fusión con la cultura española y poco a poco, mestizos y criollos, fueron causando la desaparición de esta etnia indígena.
En los tiempos de la Colonia y el Virreinato, el ambiente se torno propicio para las mercedes de territorios que concedieron los Reyes Españoles a la Nueva España, a lo largo de los siglos XVI y XVII. De allí surgieron, justamente, las haciendas pulqueras, mismas que se transformaron en una fuente privilegiada de recursos para los envíos de riquezas que solicitaba la realeza española.
Los cascos de las antiguas haciendas tlaxcaltecas, aun hoy impresionan y al visitarlas, no se requiere usar mucho la imaginación para trasladarse a los días novohispanos, cuando, con una proyección casi feudal, estos sitios eran los centros de las actividades cotidianas, en donde se localizaban las tiendas de raya, capillas, escuelas y lugares de trabajo, abundante y fatigoso, para innumerables campesinos, quienes forjaban de la bonanza de tales centros productivos.
Visitar las haciendas de Tlaxcala es una experiencia cultural más que una travesía turística, es como desarrollar un viaje en el tiempo. Las 43 haciendas ganaderas y las más de cien ex haciendas localizadas en esta entidad del país, se han vinculado para fomentar el turismo como una vía para difundir esta experiencia cultural, ya sea en visitas individuales a cada uno de estos lugares, o bien alojándose en los que brindan este servicio, en un ambiente de glamour y fina atención.
Qué visitar en las haciendas del Tlaxcala
Una de las haciendas más interesantes es la Ganadería La Laguna. En sus orígenes se le nombraba como la Hacienda San José de la Laguna. Sus labores ganaderas datan de 1908, y fueron toreados sus primeros ejemplares en 1913. En la actualidad ofrece diversos servicios, como por ejemplo, la Ruta taurina, la cual es un ameno acercamiento al toreo. En su casco, ya remodelado, pero preservando su proyección colonial, se pueden desarrollar, desde reuniones corporativas, hasta eventos hípicos.
Otra hacienda importante es la de Tenexac. Dedicada a la producción de pulque, atesora entre sus muros antiguos objetos relacionados con la historia de esta construcción, como viejos libros de raya, mapas y objetos de la tienda. En los recorridos que se brindan en esta hacienda tlaxcalteca, se nos muestra el escondite donde ocultaban a las mujeres ante el asedio de las tropas revolucionarias; también, antiguo mobiliario y además, se nos brinda valiosa información acerca de las costumbres y tradiciones del lugar.
Cómo llegar a las haciendas de Tlaxcala
Si se llega en coche, hay que tomar la autopista México-Puebla, seguir por la salida a Tlaxcala a la altura de San Martín Texmelucan y tras cruzar por la caseta con destino a Veracruz, a unos 20 minutos, se encuentra dicha desviación a Tlaxcala.
Información relevante acerca de las haciendas de Tlaxcala
También recomendable es la Hacienda Soltepec. Se distingue por su arquitectura inusual y se ubica a medio camino entre Huamantla y San Juan Ixtenco. Fundada en 1712, se abocó a la producción de pulque y otras labores del campo. En nuestros días se ha transformado en el Hotel “La Escondida”, nombre tomado de la cinta que fue filmada en su casco y que fuera protagonizada por Pedro Armendáriz y María Felix.
Actividades a realizar en las haciendas de Tlaxcala
Una sugerencia final, es la de visitar la Hacienda Santa Clara. Construido en el siglo XVII, es un caso de hacienda abandonado, si bien ya existe un plan para utilizarlo como hotel de corte ecológico. La idea es que los visitantes de la Hacienda Santa Clara, se acerquen al particular entorno silvestre de la región y que también se conozcan los pasos para la elaboración del pulque. Tal es una de las principales atracciones de este sitio: acercarnos al modo en el que se vivía en tiempos pasados, la vivencia de lo rural y de la bella naturaleza tlaxcalteca.