La Casa de Villa en la Ciudad de Chihuahua es un sencillo pero interesante museo con armas, objetos personales, mobiliario y fotografías del Centauro del Norte.
El Museo Histórico de la Revolución Mexicana, como fue nombrado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ocupa la antigua casona adquirida y remodelada por el General Francisco Villa para su esposa Doña Luz Corral, quien antes de morir la donó a la Sedena con la condición de que se hiciera un museo.
La casona fue construida a principio del siglo XX, es de estilo renacentista dividido en tres cuerpos: la casa principal, la casa posterior y el patio de honor. El señor Santos Vega, albañil y cantero, se encargó de la primera remodelación, añadiendo habitaciones en la planta baja y en el segundo piso del edificio.
A la muerte de Francisco Villa, su esposa dedicó el despacho y la sala de música de la casa para crear el Museo de la División del Norte, integrando la exposición con objetos personales del General. En la actualidad, algunos de éstos se encuentran en la primera sala del museo, donde están los muebles e implementos de oficina que éste uso cuando fue Gobernador del Estado de Chihuahua.
Una parte del museo recrea la antigua casa, con su sala de música, la cocina, el comedor y la recámara original.
En la Sala de Generales se conserva una colección de fotografías de los revolucionarios que combatieron junto con el Centauro del Norte.
En el segundo patio de la casa se encuentra el automóvil Dodge donde murió asesinado Pancho Villa; a pesar del tiempo, sobrecoge mirar las perforaciones hechas por los disparos al auto. Aquí se encuentra también el guadarnés con las sillas de montar, bridas, machetes y sombreros del caudillo norteño.
Otra de las salas que despierta interés entre los visitantes es la dedicada a “La Lucha Popular”, en la que se exhiben armas de la época, así como la guerrera, las chaparreras y el emblemático salacot o sarakof que perteneció al General Villa.
Al lado de la sala de los héroes nacionales se halla un pequeño salón dedicado a la memoria de Doroteo Arango, nombre real de este caudillo de la Revolución Mexicana.
La visita al museo termina en el Patio de Honor, lugar dónde se exhibe un busto del General Francisco Villa, una escultura del General Rodolfo Fierro y la lista de la famosa escolta de los Dorados de Norte, así como un cañón Saint Chamond-Mondragón, usado por estos valientes revolucionarios.
Fotografía: Museo Histórico de la Revolución Mexicana. SIC Conaculta.