Los turistas que transitan admirados por los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México, es probable que se pregunten acerca de quien planeó y edificó importantes construcciones como las Torres de Satélite, el Estadio Azteca, o el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo. Por lo consiguiente, como una manera de acercar a los interesados en el turismo cultural en el patrimonio arquitectónico de México, en lo que sigue, comentaremos acerca de algunos de los arquitectos más importantes de nuestro país.
Misticismo y modernidad
Uno de los grandes nombres de la arquitectura mexicana es el de Luis Barragán. Se trata de un tapatío talentoso y visionario, nacido en 1902. Su vasta obra se distingue por incluir construcciones de grandes dimensiones con gruesos muros y aberturas diminutas, tonalidades cromáticas brillantes, jardines y abundantes cuerpos de agua. Los trabajos arquitectónicos de Luis Barragán combinan un profundo misticismo religioso con el afán de exaltar las raíces de lo mexicano, la belleza y el sortilegio de lo silvestre. Dos de los proyectos más relevantes del arquitecto Luis Barragán fueron: la restauración del Convento de las Capuchinas Sacramentarias en Tlalpan y las emblemáticas Torres de Satélite.
Otra figura significativa de la arquitectura mexicana fue Juan O’Gorman. Nacido en 1905, sus construcciones exponían una mezcla de cierta visión socialista del mundo y una tendencia funcionalista. No obstante, hacia 1950, Juan O’Gorman se aproximó a las ideas de Frank Lloyd Wright, y de esta manera, se adhirió al movimiento orgánico de la arquitectura. A partir de este punto, O’Gorman integró diseños vernáculos con un modernismo patente, para desarrollar construcciones de gran valía ambiental y social. De los edificios más admirables de Juan O’Gorman, se deben mencionar: el Banco de México, la casa estudio de Frida Kahlo y Diego Rivera y la proyección general del Pedregal de San Ángel.
Tradición y progreso
Además de Barragán y O’Gorman, otros importantes arquitectos mexicanos fueron Mario Pani, Abraham Zabludovsky y Pedro Ramírez Vázquez. Pani, nacido en 1911, fue un innovador en el panorama arquitectónico del s. XX. A este importante visionario, se le debe la construcción de la Ciudad Universitaria de la UNAM, el Conservatorio Nacional de Música y la urbanización de Nonoalco Tlatelolco. También obra de Pani son: el Aeropuerto Internacional de Acapulco y el Palacio Municipal de Nogales en Sonora. Zabludovsky, por su parte, nació en 1924. Su lenguaje arquitectónico se caracteriza por ponderar las tradiciones nacionales a través de pórticos y grandes patios. A este connotado arquitecto, se le deben construcciones como el Museo de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo, el Colegio de México y el Teatro de Aguascalientes. Finalmente, hay que mencionar el prolífico arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, un egresado de la UNAM. Obras destacadas de este arquitecto mexicano son: el Estadio Azteca, La Basílica de Guadalupe, el Palacio Legislativo de san Lázaro y la Facultad de Medicina de la UNAM.