Disfrutar de un refresco en un hotel en la Luna con espectaculares panorámicas de la Tierra, será algo factible en unas dos décadas, de acuerdo a los especialistas en turismo espacial. Se trata de una perspectiva del futuro del turismo y la hotelería bastante sugestivo.
Y salvo que acontezca algún cataclismo sideral, como la caída de un enorme meteorito, el aprovechamiento económico turístico de los astros más cercanos es algo inevitable. Lo que aún está por verse, es el modo en el que será gestionado este impulso expansionista humano por el sistema solar.
En cinco años, presenciarás como lo más trendy del turismo será experimentar la gravedad cero o bien tomar fotografías de la curvatura del planeta, viajando en space X o Virgin Galactic. Así también, se tendrá disponible una estación espacial para fines enteramente turísticos. Cosas de la ciencia ficción, más propias de los relatos de Ray Bradbury, las novelas de Asimov o las predicciones de Carl Sagan, serán algo normal y realizable, aunque solo para un puñado de personas en el mundo.
Los expertos en el turismo espacial, anticipan que en unos 6 o 7 años se tendrá listo el primer hotel espacial, con un alojamiento disponible para 40 personas. Y es que, de acuerdo a lo proyectado por la NASA, las expediciones astronáuticas volverán a la luna en una década. Cinco años después de este retorno este hotel lunar podría abrir finalmente sus puertas.
Para ese entonces se estarán emprendiendo exploraciones geológicas en los 1500 asteroides que se encuentran en las proximidades terrestres. Así también saltos como el que recientemente emprendió Félix Baumgartner- desde la estratósfera y en paracaídas -, serán un deporte extremo practicado de manera frecuente por cientos de personas.
Otras posibilidades del turismo del futuro como las carreras de coches lunares, la colonización de algunas zonas de Marte y los cruceros espaciales, son ciertamente realizables en términos de tecnología, pero eso no asegura su continuidad como una alternativa turística.
Y es que, para que tales avances originen un mercado verdaderamente lucrativo, se requiere de una infraestructura de servicios que no existe en nuestro tiempo.
Se trata de servicios especiales que harán posible que los huéspedes de los hoteles lunares paguen un refresco o un tour a un cráter, o bien, que puedan responder a sus emails y actualizar sus perfiles de redes sociales.
Algo que también se anticipa es que no se manejará dinero en efectivo en el espacio y por ende, los bancos tendrán que adaptarse.