Existen construcciones que son verdaderas joyas, por sus valores históricos, arquitectónicos y culturales. Son edificios que engalanan las ciudades donde se localizan, aumentando el atractivo turístico de tales lugares y enriqueciendo las proyecciones culturales de estas mismas ciudades. Guadalajara es admirable en muchos sentidos, y uno de ellos se refiere precisamente a la gran cantidad de edificios notables con los que cuenta. Quienes tengan interés en conocer las maravillas arquitectónicas de Guadalajara, encontrarán en el Hospicio Cabañas un punto de inicio estupendo para hacerlo. Se trata de una construcción tan valiosa que ha sido declarada como patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO.
El Hospicio Cabañas fue fundado con el objetivo de brindar atención y cuidados a toda clase de personas desamparadas, por ejemplo ancianos, huérfanos, personas de capacidades diferentes y otras más. El Hospicio Cabañas fue diseñado por el famoso arquitecto Manuel Tolsá, en los comienzos del siglo XIX. Este complejo arquitectónico es único en su clase, puesto que exhibe un conjunto de elementos, especialmente diseñados para solventar los requerimientos de quienes allí recibían asilo.
Esta formidable construcción de Guadalajara destaca también por la elegante sencillez de su trazo y sus notables dimensiones, así como la armonía conseguida entre las edificaciones y los espacios al aire libre.
En el periodo comprendido entre 1938 y 1939, José Clemente Orozco, famoso artista mexicano, realizo en los interiores del Hospicio Cabañas un extraordinario mural, para muchos su obra más grande, titulada: “El hombre de fuego”.
El Hospicio Cabañas fue inscrito en la lista de los bienes protegidos por la UNESCO el 6 de diciembre de 1997. Es uno de los edificios más destacados de la ciudad de Guadalajara y del estado de Jalisco en general.
Los criterios de inscripción de este sobresaliente bien, son los siguientes: obra maestra del genio creativo humano; una especial capacidad para fomentar un intercambio de valores humano, a una notable profundidad; ser un testimonio especial sobre una tradición de gran valor cultural y ser un ejemplo destacado de una variedad de construcción o conjunto arquitectónico.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), desde su fundación en 1945, se dedicó a la orientación de los diferentes pueblos del mundo para una gestión más eficiente de sus recursos naturales. Pero así también, de la conservación y rescate de monumentos de valía universal, siempre con el apoyo de la comunidad internacional.