En el caudal del Amacuzac, río de Morelos que se encuentra a una hora y media de la capital del país. Se puede experimentar una aventura deportiva trepidante como pocas: el rafting o descenso en ríos.
La expedición da inicio en la comunidad de Río Seco. Muchos viajeros de fin de semana sienten desilusión al no contemplar de inmediato el río tan esperado. Sin embargo, tras una breve caminata en un sinuoso sendero aparece la impresionante corriente del Amacuzac. Pero en sus inicios, el río se muestra tranquilo. Pero en sus inicios, el río se muestra tranquilo, pero un tanto más adelante, comienzan los trepidantes rápidos.
Para practicar el rafting en el río Amacuzac se debe de utilizar casco, remo, salvavidas y chaleco. Los guías que ofrecen este paseo nos explican la posición básica que se debe tener en el interior del raft, es decir, la balsa. Hay que sentarse en el borde de la embarcación con un pie en el interior de la cinta diseñada para este objetivo y el otro debajo del asiento. El objetivo de estas medidas es no salirse de la bolsa con movimientos demasiado bruscos.
En estas aguas de Morelos se practica un rafting conocido como de “pata”, ya que se usan remos de una sola hoja. Esta navegación es colectiva y cuenta con un líder que se encuentra en la zona trasera de la embarcación. El paseo en rafting por el Rio Amacuzac tiene aproximadamente dos horas de duración. El trayecto abarca 12.5 kilómetros con rápidos de clase III y IV en niveles intermedio y avanzado.
Este río morelense, tal y como sucede con todos los que tienen rápidos, no muestra una misma clase en todo su caudal, sino que se despliega en una serie de tramos de diferentes clases. Esta diversidad hace que el grupo de navegadores se muestre expectante a lo largo de todo el descenso.
En los 20 minutos iniciales la travesía se lleva a cabo en aguas casi por completo planas. Es un lapso perfecto para aprender a remar y practicar las tácticas que maneja el líder para conducir la balsa. Luego de una hora de navegar el río Amacuzac hay que detenerse un poco, porque aparecen caídas clase V, solo para kayakistas profesionales. No lejos de allí se encuentra la parte más entretenida de la excursión. El tramo conocido como Cabeza de Caballo. Allí se puede desarrollar una cierta acrobacia denominada como “el caballito”. Al final, se presenta un conjunto de rápidos más calmados que se disfruta mucho navegar, al tiempo que se contemplan hermosos paisajes del entorno morelense.
Para ir el fin de semana a practicar el rafting en Morelos, hay que llevar calzado cerrado y perfectamente ajustado. Además, hay que cuidarse de las rocas y troncos que existen en el río y que no se observan a simple vista. Son elementos que nos pueden lastimar si caemos en la lancha a lo largo de esta emocionante travesía.
Los esperamos esta temporada de lluvias a vivir la aventura