La referencia más antigua de un zoológico en México se remonta a los tiempos prehispánicos. A los españoles comandados por Hernán Cortés les asombró el enorme zoológico y el aviario pertenecientes al gran tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, localizados en donde hoy aparece el Bosque de Chapultepec. En un escrito que le envió Cortés al rey Carlos I- monarca de España en aquellos años-, se puede leer la pormenorizada descripción que le hace el conquistador acerca de los admirables aviarios y cómo a cada variedad de ave se le ofrecía una dieta particular, para satisfacer sus requerimientos nutricionales. Moctezuma había destinado más de 300 personas para la atención y cuidado de la salud de sus animales. Además, esta colección también incluía grandes felinos, a los cuales se les confinaba en jaulas de madera de grandes proporciones.
Hoy en día el Zoológico de Chapultepec es uno de los centros de exhibición, promoción de protección de la fauna y flora, más importantes de América Latina ( recibe más de 5.5 millones de visitantes al año). Algunas de las especies que habitan ese formidable lugar son: el teporingo, conejo de los volcanes, lobo mexicano, mono aullador, jaguar, ocelote, nutria de río, pavo ocelado, alojote, tarántula, y cotorra serrana. Todas las anteriores son especies nativas que el público puede admirar en el Zoológico de Chapultepec.
No obstante, este tradicional lugar de la capital mexicana, también es el hogar de especies exóticas como el panda gigante- sin duda la especie estrella del zoológico, al ser la consentida de los niños-, gorila de las zonas bajas, panda rojo, oso de antifaz, elefante asiático, cebra de Grevy y pingüino de Humboldt, entre muchos otros.
Desde finales de la década de 1990, el gobierno capitalino abrió la Dirección General de Zoológicos. Desde entonces el Zoológico de Chapultepec colabora con otros relevantes espacios de preservación animal, localizados en el área metropolitana, para mejorar en los servicios que ofrece: intercambiando especies, técnicas y especialistas, por ejemplo, para así coadyuvarse en sus objetivos profundamente científicos y ecologistas.
Además este valioso zoológico mexicano participa activamente en diferentes programas de preservación de especies en peligro, principalmente fomentando la reproducción en cautiverio de esta clase de animales, o bien perfeccionando técnicas naturales o artificiales para este mismo fin. Especies como el ocelote, el conejo de los volcanes, el lobo mexicano, el panda gigante, el oso de antifaz, el ajolote y el borrego cimarrón han podido ser apoyados en su supervivencia gracias a estos trabajos.