En cada ocasión que se visite Valle de Bravo, conviene acudir al corazón de este Pueblo Mágico mexiquense: la Plaza Central. Es un espacio urbano provincial que asombra a los turistas por la armonía de las construcciones que la rodean, por ejemplo, la Parroquia de San Francisco de Asís. También es imperdible el Jardín Central, el cual está coronado por un quiosco que tiene columnas de madera y que nos anima a reposar en una de sus varias bancas, mientras se goza del tranquilo ambiente y se saborea una de las tradicionales nieves de sabores que allí se preparan.
Pero además, Valle de Bravo ofrece otros varios atractivos. Por ejemplo, es posible ascender al mirador de Monte Alto o el Divisadero, para observar el lago desde las alturas y lograr hermosas fotografías panorámicas. Los turistas aficionados a visitar con frecuencia este Pueblo Mágico, especialmente los fines de semana, gustan de subir a este punto, para tener una panorámica general de Valle de Bravo.