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El Cárcamo de Dolores

En la segunda sección del bosque de Chapultepec, sobresale el Cárcamo de Dolores, obra hidráulica construida en 1951 que tuvo por finalidad abastecer a la Ciudad de México del líquido vital proveniente del río Lerma.

La concepción del Cárcamo de Dolores buscó consagrarse como un ambicioso emblema del progreso mexicano que pretendió integrar ingeniería hidráulica y civil, la arquitectura pública y el arte mural y escultórico de Diego Rivera. No se trató de generar una obra meramente funcional, el objetivo fue sembrar en ella el culto a belleza y la curiosidad por el conocimiento.

El edificio de características neoclásicas fue diseñado por el arquitecto Ricardo Rivas, quien invitó a Diego Rivera y Ariel Guzik, a generar una obra sin parangón. A Rivera se le encomendó realizar un mural que cubriría las paredes del depósito de agua, el cual se transformaría, por ende, en el primer fresco subacuático; por otro lado, a Guzik se le encomendó trabajar la acústica del edificio, por lo que situó amplios órganos capaces de producir sutiles vibraciones musicales gracias al movimiento inestable del agua y el viento.

La obra de Diego Rivera vincula la ciencia y la mitología prehispánica. A las afueras del Cárcamo, se puede apreciar una gigantesca fuente escultórica que lleva por figura central al dios mexica Tláloc. En el interior, el mural  representa el origen de la vida, con los primeros microorganismos unicelulares, para posteriormente dar vida a peces, anfibios, mamíferos y finalmente el ser humano. En particular, la obra se basa en las ideas evolucionistas del inglés, Charles Darwin y el soviético, Alexander Oparin.

Como era predecible, el agua fue deteriorando progresivamente el mural de Rivera, por ello en 1992 se decidió trasladar el agua hacia otro sitio. El bello sitio sufrió deterioro y olvido por parte de los capitalinos, hasta que, en 2010 fue remodelado y abierto nuevamente al público. La obra es considerada un patrimonio artístico, histórico y hoy se considera una parte anexa al Museo de Historia Natural.

Cómo llegar

El metro más cercano al sitio es Constituyentes, en la línea naranja. De ahí se camina aproximadamente 10 minutos hasta  el sitio.

Precio

El costo de ingreso es de 22 pesos. 50% de descuento a estudiantes (la entrada al Cárcamo, incluye el ingreso al Museo de Historia Natural)

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