La Sierra Gorda de Querétaro ofrece numerosos lugares interesantes para disfrutar del ecoturismo y los siguientes que comentaremos, son algunos de ellos. Primero está la Cascada de Maravillas, formidable caída de agua, próxima a San Joaquín. Es una extensa cañada cubierta de fronda, cuyo caudal es menos intenso que otras similares, como El Chuveje y el Salto, también de la región. Vale la pena conocer la Cascada de Maravillas, aun cuando sea tan solo para descansar de la carretera y adentrarse un poco en los bellos bosques del lugar.
El sendero que conduce hasta la Cascada de Maravillas es una extensa cuesta, no mayor a los 2 kilómetros, que se despliega en zig-zag por entre las paredes de dicha cañada. Esta ruta comienza en el pueblo de Maravillas, localizado en la parte elevada de la cañada, justo en donde abundan árboles como los pinos y los encinos. En cambio, al tiempo que uno baja por el camino, la fronda se torna más tropical y los pinos cambian por árboles de anchas hojas.
La cascada fluye durante todo el año. Su primera caída tiene 15 metros y luego prosigue su descenso a lo más profundo de la cañada, a través de caídas menores. Al mismo tiempo, va estructurando distintas pozas, en donde uno puede refrescarse de manera segura y grata. En el cercano pueblo de Maravillas, cualquier lugareño ofrecerá indicaciones para llegar a la cascada. Pero lo difícil no es llegar allí, sino emprender el camino de regreso, ya que la ruta es cuesta arriba.
Por lo que se refiere al Cañón del Paraíso, es de colosales proporciones y tiene muros de mármol negro, mismos que constriñen al río Extoraz. No es de acceso sencillo, pero detalles como la proyección cromática del terreno, su ambiente semidesértico y los extraños parajes que allí se llegan a formar, hacen del Cañón del Paraíso, un lugar imperdible para quien guste del turismo de aventura.
En su sección más angosta, el río Extoraz forma pozas de raros colores, debido al oscuro tono de la piedra. Quienes frecuentan este sitio, aseguran que los colores de los muros se aprecian de mejor manera durante el fin de año, cuando las precipitaciones pluviales los han “lavado” y les ha quitado el polvo acumulado a lo largo de los meses previos.
Detrás del Cañón del Paraíso, el río Extoraz cruza por una barranca ceñida por grandes cerros, aunque un tanto más separados y luego, prosigue su ruta hacia el oriente de la Sierra Gorda de Querétaro.