El nombre original de este volcán, es “Citlaltépetl” palabra náhuatl que significa “Cerro de la Estrella”. Posiblemente esta denominación se haya inspirado en los brillos que lanza su cumbre nevada. El Citlaltépetl, llamado hoy en día Pico de Orizaba, señala la frontera entre los estados de Veracruz y Puebla. Es la elevación geológica más alta de México y la última erupción suya de la cual se tiene registro, aconteció en 1867. Bello y abrumador en su inmensidad, el volcán Citlaltépetl se puede observar desde distancias considerables, incluso desde el mar, a distancias mayores a los 200 kilómetros.
Además de ser la montaña más alta de nuestro país, con sus 5,747 metros sobre el nivel del mar, el Citlaltépetl se perfila como una importante reserva ecológica. Desde sus alturas descienden importantes cuencas: la del Papaloapan, la del Río Jamapa y la endorreica oriental, esto causado por los deshielos del coloso.
Por otra parte, el Pico de Orizaba exhibe tres variedades de vegetación: bosque de oyamel, bosque de pino y páramo de altura. En lo que se refiere a la fauna, las especies más representativas que habitan en este parque natural son: la comadreja, el venado cola blanca, distintas clases de conejos, el mapache, el tejón, el coyote, el halcón, el cenzontle, el colibrí y el azulejo.
Es posible llegar al albergue alpino del Citlaltépetl transitando desde Coscomatepec, en el estado de Veracruz, siguiendo las rutas de Calcahualco-Excola-El Jacal, o también, Tetelzingo-Cuiyachapa-Potrero Nuevo. Una vía alterna es partiendo desde la ciudad de Orizaba, hasta el paraje conocido como La Perla, localizado a 13 kilómetros de distancia. En este sitio comienza una brecha que nos lleva hasta el albergue. Si se visita el Citlaltépetl llegando desde Puebla, hay que tomar la carretera 150 hasta llegar a la desviación a San Nicolás-Tlalchichuca, cerca del kilómetro 21. En este pueblo inicia un camino vehicular hasta Villa Hidalgo y desde este lugar, se puede llegar a pie hasta los refugios alpinos del Piedra Grande. La última alternativa de acceso mencionada, es la predilecta de los alpinistas, los cuales son quienes más visitan este formidable volcán.
Algunas otras actividades recreativas que se desarrollan en las áreas bajas del Citlaltépetl son: el campismo, el excursionismo, los almuerzos campestres, así como también el avistamiento de la flora y la fauna de la región. Visitar este parque natural es una experiencia única que, de tan impresionante y grata, difícilmente se puede olvidar.