Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, es un territorio de fe y prodigios sacros. En este pueblo se ha atesorado durante más de 180 años, la imagen del Santo Niño de Atocha, motivo de veneración de innumerables y fervorosos connacionales. El tributo devoto que se le rinde a esta figura religiosa, se hace patente en los llamados