En las cercanías de Metepec, en el camino a Tenango del Valle, parte un camino que nos lleva a Calimaya. Estamos en el corazón mismo del Estado de México, en una zona predilecta para los indígenas matlatzincas. “Calimaya” es un término compuesto náhuatl que quiere decir “lugar en donde se construyen casas”, aunque también se acepta el significado de “en donde hay albañiles”. Se sabe que este sitio estuvo habitado por las comunidades matlatzincas, desde los inicios del siglo IX y fue integrado al imperio azteca por las conquistas el tlatoani Axcayácatl en 1472, junto con Tepemaxalco.
Tras la conquista española, ambas comunidades le fueron entregados a Hernán Cortés, quien a su vez los cedió a uno de sus primos, de nombre Juan Gutiérrez Altamirano. Los descendientes de este último fueron distinguidos con la categoría de condes de Santiago Calimaya. Es de hacer notar que esta familia, ni procedió, ni habitó en esta región del país, pero sí fueron los propietarios, durante mucho tiempo, de las haciendas de Cuauhtenco, Almoloya, Atenco y los ranchos de San Agustín, San Nicolás y Tepemaxalco. Estos últimos abarcaban gran parte del Valle de Toluca.
Qué visitar en Santiago de Calimaya
Del convento franciscano que existió en Calimaya, cuya construcción se inició en 1561, no se conserva mucho, salvo una capilla abierta, que tiene una nave rectangular con cuatro arcos asimétricos. También destaca su templo, con la arquitectura habitual de los edificios del siglo XVI. Es preciso ponderar que, la vista del imponente Nevado de Toluca, desde Calimaya, es por demás sublime.
En este municipio mexiquense, además de los mencionados restos del convento novohispano, destacan otras construcciones, como la Capilla de la Tercera Orden, la cual corresponde a la misma época virreinal y que se encuentra adosada al complejo.
Barrocos y señoriales son edificios sacros del lugar como: el templo de Santa María Nativitas, la capilla de San Andrés Ocotlán, la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, la capilla de San Juan Bautista, la capilla de San Bartolito y el templo de Nuestra Señora de la Concepción Coatipac.
Cómo llegar a Santiago de Calimaya
Hay que seguir la carretera México-Toluca, hasta que llegar al Paseo Tollocan. Tras Boulevard Aeropuerto, es preciso incorporarse a la lateral y después tomar Avenida Tecnológico, hasta llegar a la carretera Metepec-Tenango y posteriormente el Camino a Calimaya.
Información relevante acerca de Santiago de Calimaya
Cuando se visite Calimaya, es recomendable conocer la notable pinacoteca municipal, localizada en la parroquia. En este sitio se atesoran pinturas virreinales, de la autoría de maestros como Cabrera, así como también otras obras de corte más popular. Otros de los tesoros dignos de contemplar que se conservan en este recinto, son diferentes esculturas y un Cristo de caña de manufactura indígena, elaborado en el siglo XVI. Célebre en la región es una antigua carroza que allí se preserva y que se dice, perteneció a los condes de Santiago Calimaya. En realidad fue pertenencia de una añeja cofradía.
No lejos de Calimaya se encuentra la antigua hacienda de Zacango, cuyos orígenes se remontan a la primera mitad del siglo XVII. En aquel entonces ocupaba un sitio estratégico para las actividades ganaderas y comerciales de Calimaya. En la actualidad es la sede del Zoológico de Zacango, uno de los parques zoológicos más divertidos y atractivos de México.
Actividades a realizar en Santiago de Calimaya
Es interesante explorar las tradiciones gastronómicas de Calimaya, que como buena comunidad mexiquense, posee especialidades sabrosas y recomendables. En este sitio se consumen mucho las habas, sopa de hongos y la típica barbacoa. Incluso, en varias partes de nuestro país se considera que la barbacoa tuvo su origen en el Valle de Toluca, por la importancia de su ganadería, desde el siglo XVI.
Lo que sí es cien por ciento, producto de este municipio del Estado de México, es una bebida llamada tecui. El nombre de este preparado significa en náhuatl “el que hace mover el corazón” y fue creada en los tiempos de la arriería, cuando se traía el alcohol al pueblo desde Morelos, a lomo de mula. El tecui incluye jugo de naranja endulzado y alcohol. Es habitual que se encienda un fósforo en el recipiente donde se le guarde, antes de beberlo.