Brasil es conocido por su carnaval, el fútbol y la samba. Aunque el viajero tranquilo también puede encontrar lo que busca en este país.
Escuchar la palabra Brasil produce en nuestra mente una sensación muy concreta. Playas llenas de gente, noches de color y música y fútbol. Y no es de extrañar, porque estos son algunos de los atractivos que ofrece el país sudamericano. Aunque no hace falta querer pasar las noches en vela para viajar hasta allí. En Brasil hay muchos otros atractivos, tanto para quienes quieren disfrutar de un turismo activo como para los que buscan descanso. Veamos dos ciudades que no están muy alejadas y que son casi opuestas.
Sol, playa y descanso en Arraial do Cabo
Si te gusta disfrutar del buen tiempo, darte baños de sol y tal vez practicar algún deporte acuático, Arraial do Cabo es posiblemente uno de los mejore lugares en la costa atlántica que bordea Brasil. Se trata de una ciudad que casi pasa desapercibida. En realidad, no hay demasiadas instalaciones destinadas al turismo.
Sin embargo, su gran atractivo es la playa. Aguas de color turquesa y kilómetros de arena fina convierten algunas de ellas en las mejores para tumbarse a descansar. Hay quien las compara con las del Caribe, aunque en esta zona la temperatura del agua es algo menos cálida. Toda una ventaja, ya que se puede disfrutar de practicar buceo y observar la fauna que habita el fondo marino. Las tortugas son muy fáciles de encontrar, y puede que incluso te lleves la sorpresa de observar algún delfín.
Tienes que saber que esta ciudad es solo para descansar y realizar actividades acuáticas. Si quieres algo más, como salir por la noche, tendrás que ir a alguna población como Cabo Frío, donde está el aeropuerto más cercano, y que probablemente sea donde aterrizaste.
El viajero que va en busca de tranquilidad, paz y comida marinera encontrará en Arraial su paraíso particular.
Rio de Janeiro, capital del turismo brasileño
A poco menos de 2 horas y media en coche está la ciudad más conocida de Brasil. Es muy curioso, ya que mucha gente sigue pensando que se trata de la capital del país, aunque no lo es. A todos nos han enseñado en la escuela que este honor le pertenece a Brasilia, pero parece que se nos olvida con el tiempo.
En cualquier caso, Rio de Janeiro es todo lo contrario a Arraial. También tienes playas de arena blanca, aunque estas están mucho más concurridas y puede que te cueste un poco más colocar la sombrilla. De todas ellas, sin duda la de Ipanema es la más conocida, además de la favorita por los propios habitantes de la ciudad.
Otro de los lugares de obligada visita son el Corcovado, cuya estatua del Cristo con los brazos abiertos es sobrecogedora por su tamaño y que ademas ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad. O el Pan de Azúcar, que para subir cuenta con un teleférico que también es una experiencia.
Quienes quieren verlo todo de Brasil, incluso su cara menos amable, pueden acercarse a alguna de las favelas que hay en la ciudad. Es importante tener cuidado, ya que se trata de barrios muy deprimidos en los que a veces un turista no es bien recibido. Aunque algunas de ellas acogen a gente hospitalaria. Y sobre todo muy alegre, porque siempre destacan por sus casas pintadas en colores vivos. Existen planes urbanísticos para las favelas, que tratan de cambiar la imagen de barrio conflictivo y violento que muchas personas tienen de ellas. Y se están logrando avances muy significativos. De hecho, algunas son muy seguras y bastante pintorescas.
Si te gusta el fútbol no puedes dejar de visitar el gran templo mundial consagrado a este deporte. Maracaná es para los aficionados al balompié lo mismo que el Vaticano para los católicos. Un lugar de peregrinación que no puedes perderte, sobre todo si estás en la ciudad. Allí pasaron grandes estrellas como Pelé. Aunque su nombre ya no es este, sino Estadio Mário Filho, prácticamente nadie lo conoce así.
Dependiendo de la época del año a la que vayas, tampoco te puedes perder una visita al Sambódromo, donde las escuelas se dan cita para mostrar sus espectáculos durante una de las fiestas por las que más se conoce a Brasil: el Carnaval. También puedes verlo el resto del año, aunque se pierde una gran parte de la magia si no hay carrozas y luces paseando por la pista.
Puedes ver más acerca de esta impresionante ciudad en la web Vive Rio de Janeiro.
Consejos de viaje si vienes a Brasil
Si quieres organizar bien tu viaje y no llevarte sorpresas, lo mejor es que prepares todo con antelación. Para ir a Brasil no se necesita seguir unas pautas especiales, aunque nunca está de más informarse previamente por si acaso. Hay muchos sitios especializados que suelen hablar sobre la situación, aunque a veces son algo alarmistas. Lo mejor es contactar con alguien que viva allí o ver en la página del Ministerio el Interior si existe alguna alerta específica. De lo contrario, solo hay que seguir las mismas pautas que a cualquier otro lugar.
Lo más recomendable es que hagas reservas de vuelo y hotel por adelantado. Sobre todo si vienes en temporada alta, ya que la ocupación es casi completa y te costará encontrar un alojamiento. Si te gusta ir de mochilero también puedes hacerlo, aunque es probable que no consigas un sitio donde dormir que sea asequible. Y en la playa no está permitido, así que olvídate pasar la noche en la arena.
Además, no hagas ostentación de joyas o dinero, porque es una invitación a que algún amigo de lo ajeno te atraque. Pero esto no es algo exclusivo de Brasil, sino que es una recomendación para cualquier sitio al que viajes. Los centros turísticos atraen a estas personas, que buscan el descuido o se atreven a dar un paso más allá. En cualquier caso la seguridad es la misma que la de cualquier otro país que viva del turismo.