Xochicalco es una ciudad fortaleza prehispánica que se localiza en la cima de un cerro, en el estado de Morelos. Su nombre en náhuatl quiere decir “La Casa de las Flores”. Surgió como consecuencia de la caída de Teotihuacán. Paulatinamente Xochicalco fue ganando importancia como uno de los principales emplazamientos urbanos del altiplano mesoamericano, alrededor de los años 650 y 850 d.C.
De entre las varias estructuras arquitectónicas que integran Xochicalco, destacan la Plaza de la Estela de los dos Glifos, la Gran Pirámide, la Pirámide de las Serpientes Emplumadas, la Acrópolis, el Temazcal, el Observatorio y la Rampa de los Animales. En todas estas construcciones y plataformas de solida roca, se pueden apreciar ornamentos característicos de los indígenas prehispánicos, delineando complicados relieves con serpientes aladas y retratos de diversas personalidades de las culturas más importantes de aquel entonces.
Junto con este último rasgo; el hecho de que el conjunto de edificios de Xochicalco coincida con la posición de las estrellas en el firmamento, y el espectacular fenómeno de un haz de luz que penetra en una cueva del lugar, justo en el solsticio de verano, ha forjado la hipótesis de que en Xochicalco se llevó a cabo un importante concilio de astrónomos de la antigüedad.
Otra gran atracción de este tesoro arqueológico lo constituye el espectáculo de luz y sonido que se lleva acabo periódicamente. Inicia con un recorrido por el museo de sitio que se encuentra en este mismo lugar, y culmina en el Jardín del Ocaso con la proyección de un documental acerca de Xochicalco. A continuación los edificios son alumbrados con gigantescas lámparas de colores, al ritmo de música prehispánica. Es una exhibición majestuosa y totalmente recomendable.
Informes y reservaciones al espectáculo, en el teléfono: 01 737 374 3090