Uno de los elementos arquitectónicos más representativos del área Roma-Condesa, es el Templo de la Sagrada Familia. Este edificio sacro comenzó a ser construido en 1910 y los responsables del proyecto fueron el arquitecto Manuel Gorozpe y el ingeniero Miguel Rebolledo, en una iniciativa impulsada por los jesuitas. Luego de un tiempo de no estar en actividad, la parroquia de la Sagrada Familia fue inaugurada finalmente el día 19 de noviembre de 1925. Como parte de este evento se bendijo la torre y el reloj.
El Templo de la Sagrada Familia, en el área de la Roma-Condesa, exhibe varios estilos que estuvieron de moda en los comienzos del siglo XX. De tal manera que en esta iglesia se pueden advertir elementos variados del neogótico, neorrománico y del estilo ecléctico, los cuales consiguen vincularse de manera armoniosa en este recinto de veneración.
Algo que destaca especialmente, para quienes visitan este referente de la Colonia Roma, son los espléndidos vitrales con los que cuenta. Estos vitrales fueron trabajados por la empresa italiana Talleri. Al contemplarlos se pueden admirar los misterios de la fe católica y diferentes episodios bíblicos.
La Colonia Roma no tenía iglesia alguna hasta 1906 cuando Pedro Lascurain y su familia, fervorosos creyentes, decidieron construir un templo en la Colonia Roma y además, dedicarlo a la Sagrada Familia, por ser para ellos motivo de especial devoción.
El terreno en donde fue construido el Templo de la Sagrada Familia, fue una donación efectuada por Edward Orrín y el propio Pedro Lascuraín. Como habíamos mencionado, la construcción del edificio comenzó en 1910, pero fue suspendida de 1913 a 1917 por causa de los combates de la Revolución Mexicana.
La fachada del Templo de la Sagrada Familia es de estilo neorománico, y sobresale el escalonamiento de los arcos de medio punto que posee. Entre estos últimos aparecen florones en relieve. Por encima de las enjutas del arco del acceso principal, se despliega una arquería con flores de gran tamaño, tallos y hojas en el interior. La puerta de acceso se encuentra adornada con una particular serie de tres arcos a manera de derrame.
Esta joya de la arquitectura eclesiástica del área Roma-Condesa, se ilumina gracias a 25 hermosos vitrales con vistosa policromía, en donde se observan diseños de flores y patrones vegetales. También destacan los hermosos murales que incluye el templo, que representan a la Sagrada Familia y que son de la autoría del padre Gonzalo Carrasco.