Taxco es una joya colonial de enorme tradición minera. Es inconfundible por sus estrechas calles empedradas, sus concurridas plazas y casonas con balcones con flores de gran colorido. Teniendo como marco el impresionante cerro Atachi, aparece la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, considerado como uno de los edificios más emblemáticos del barroco mexicano. De este bello templo es imposible no alabar sus fachadas con esculturas y columnas de cantera rosa, perfiladas sobre un marco de estilizadas torres. Nobles imágenes de santos patronos lucen en su portada y en el remate destaca la imagen de la Inmaculada Concepción, motivo religioso en cuyo honor se levantó este gran edificio sacro.
También destaca en Taxco, el Antiguo Ayuntamiento, una construcción de las postrimerías del siglo XVIII. El atractivo principal del sitio es un mural realizado en 1965 por Luciano Cabrera, en el cual se narra la historia de nuestro país. En nuestros días, esta edificación es la sede del ayuntamiento de la ciudad de Taxco. Pero además, quienes visitan esta ciudad guerrerense, uno de los famosos Pueblos Mágicos de México, tienen la posibilidad de conocer los lavaderos comunales, que fueron tan populares en los días de la Colonia. Algunos de ellos, asombrosamente, aún son utilizados por los lugareños.
Pero Taxco no solo es atractivo como una ciudad sino también como municipio, por tratarse de un espacio provincial, lleno de comunidades pintorescas y atractivas para el turismo nacional e internacional. Un ejemplo de ello lo tenemos en Ixcateopan de Cuauhtémoc, pueblo al cual se le nombra de manera popular como “El Altar de la Patria”. De acuerdo a una tradición local, en esta comunidad, de fuertes raíces indígenas, especialmente nahuas y aztecas, descansan los restos del último emperador mexica, Cuauhtémoc.
Como quiera que sea, tal vez el principal atractivo de Ixcateopan es el sitio arqueológico que allí se localiza. En tiempos prehispánicos, Ixcateopan fue un sitio de culto y resguardo de guerreros chontales, mexicas y cohuixas. Las principales estructuras de este yacimiento arqueológico fueron levantadas entre los años de 1350 y 1450 d.C. Finalmente hay que mencionar dos aspectos importantes acerca de Ixcateopan. El camino entre Taxco y esta pequeña población no está en las mejores condiciones y hay muchos tramos sin pavimentar, por lo cual, hay que transitarlo con gran cuidado. Pero, en contraparte, este trayecto es una oportunidad excelente para observar panorámicas de pinos, nogales y cedros, de gran belleza, así como también, la monumental cascada de Cacalotenango.