En el área de la Sierra Madre Occidental que cruza por el suroeste de Tamaulipas, se localiza el Área Natural Protegida de la Reserva de la Biósfera, conocida como “El Cielo”. Este territorio recibió tal denominación por parte del gobierno estatal en 1985. También ha sido reconocido por la UNESCO, como Patrimonio de la Humanidad.
La reserva “El Cielo” abarca un total de 144,530 hectáreas que incluyen partes de los municipios de Ocampo, Jaumave, Llera y Gómezm Farías. La relevancia que tiene “El Cielo” para la ecología nacional, estriba en que se trata de un espacio de transición entre dos entornos geográficos distintos: la región Neártica y la región Neotropical. De tal modo que, en “El Cielo”, las plantas y animales particulares del trópico, deben adaptarse a climas más templados.
Por ello, quienes visitan esta reserva natural tamaulipeca, se encuentran frente a diferentes ecosistemas, con elementos característicos de cada uno de ellos, en convivencia permanente. Pequeñas regiones ecodiversas de transición, que estructuran un fascinante caleidoscopio de vida silvestre.
Por ejemplo, en “El Cielo”, se observan cinco ámbitos naturales diferentes: bosque tropical subcaducifolio, bosque mesófilo de montaña, bosque de encino-pino, matorral xerófilo, y bosque de pino. En especial el bosque mesófilo de montaña- también nombrado bosque de niebla-, es el más protegido en esta reserva, por ser el que más especies de fauna y flora alberga y el que menos se conserva en todo el territorio natural.
Si te decides a explorar este bello rincón de Tamaulipas, tendrás la oportunidad de avistar fascinantes especies animales. Además, un recorrido por “El Cielo” nos llevará por cristalinos manantiales, ocultos en un entorno selvático, parajes rebosantes de mariposas multicolores, comunidades escondidas en el interior de la reserva, en donde se pueden degustar deliciosos platillos típicos, y rústicos hoteles administrados por un grupo de mujeres dedicadas a la preservación de tan admirable ambiente.
No te pierdas, en el marco de un viaje a “El Cielo” una visita a las poblaciones de San José y Alta Cima. En estos sitios hay guías del lugar que nos pueden conducir a sitios misteriosos como La Cueva del Agua, en donde habitan extrañas especies sin ojos, ni pigmento.
En esta reserva natural, se acostumbra practicar el kayak, rapel, tirolesa, ciclismo de montaña, paseos a caballo y la observación científica de los ecosistemas del lugar. Este atractivo turístico tamaulipeco, te espera, con sus miradores, claros de bosque llenos de orquídeas, majestuosas cumbres, ríos subterráneos y mucho más.