Volar en globo es una actividad que difícilmente se olvida, una vez que se la ha disfrutado. Nos plantea una opción de contacto con la naturaleza, desde una perspectiva única. Desde la barquilla del globo se pueden observar paisajes silvestres de enorme belleza: valles, montañas, campos, bosques y cuerpos de agua observados desde una altura superior a los mil metros. Es un punto de observación privilegiado desde el firmamento. Sin embargo, tal y como sucede con todas las actividades humanas, esta actividad de aventura tiene algunas condiciones y circunstancias que vale la pena conocer.
La temperatura en el globo nunca será inferior a la que se percibe en tierra. Los quemadores del vehículo compensan en gran medida la menor temperatura que se siente en las alturas, por lo cual, no es preciso llevar ropa exageradamente abrigadora a bordo del globo.
Muchos viajes en globo se siguen al arbitrio del viento, pero siempre en un entorno de campo abierto. Las personas al descender del globo, muchas veces lo hacen en medio del terreno silvestre y aunque un coche pasa a recogerlos, lo mejor es llevar calzado y ropa cómoda para desplazarse en ambientes naturales: que se puedan ensuciar sin problema alguno.
Las cámaras de video y las cámaras fotográficas nos ayudarán a capturar varios de los bellos paisajes que se pueden contemplar desde las alturas. Pero en este caso es importante no llevar a bordo del globo, si no es indispensable, maletines, bolsas, trípodes y complementos de los gadgets mencionados. Hay que considerar que el espacio de las barquillas de los globos siempre es limitado, y por motivos técnicos no hay que saturar ese mismo espacio.
Algunas personas que gustan de viajar en globo, llevan consigo prismáticos y si bien, ciertamente no son indispensables, en ocasiones nos ayudan para observar detalles de la flora y fauna locales. Tampoco hay que restringirse en los alimentos que se pueden consumir antes del vuelo. Las barquillas de los globos aerostáticos son muy estables y nadie sufre mareros en ellas, en contraste a lo que sucede con los ultraligeros, las avionetas o los parapentes.
Ser puntuales es un detalle esencial, para el caso de disfrutar de un vuelo en globo. Un retraso de apenas diez minutos, puede significar la cancelación de un paseo en globo aerostático. Y es que el sol conforme avanza en el firmamento, va creando turbulencias y vientos términos peligrosos para el vuelo.