Los viajes para las personas de la tercera edad no suelen ser tan cómodos como cuando se viajaba en la juventud. Pero la verdad es que las vacaciones fuera de casa no tienen por qué transformarse en una tortura para las personas mayores. En lo que sigue les compartiremos prácticas recomendaciones para que los adultos en plenitud disfruten de sus travesías de al máximo y sin riesgo alguno.
Son muchas las personas de edad que gustan de preparar su equipaje e irse de vacaciones. Otros adultos mayores desearían salir de la rutina y conocer lugares nuevos, pero con tan solo pensar en las terminales áreas, filas y trámites en las oficinas migratorias, se les apaga el entusiasmo de emprender la aventura. En lo que sigue les ofrecemos algunas recomendaciones para que, sin importar la edad que se tenga, se disfrute de un viaje sin inconvenientes y con la máxima comodidad.
Antes de realizar el viaje, es indispensable conocer la mayor información que sea posible acerca del sitio que se desea visitar. Detalles como el clima, la altitud, los riesgos sanitarios y los servicios médicos que se tengan disponibles, son referencias muy valiosas en este sentido. También se debe saber qué documentos son necesarios para ingresar en ese destino, como por ejemplo la visa o el pasaporte. Para el caso del transporte en avión, un consejo pertinente es elegir asientos en las primeras filas, para que pueda recibirse atención médica al momento, por parte del auxiliar de vuelo, en caso de necesitarse.
Al estar en el aeropuerto es aconsejable llevar ropa cómoda, de preferencia sin cinturones para evitar complicaciones con el detector de metales. No debe olvidarse que las personas mayores deben ir al aeropuerto con el tiempo suficiente, puesto que, con frecuencia, los desplazamientos son bastante largos. No hay que dudar en pedir una silla de ruedas en el aeropuerto de ser preciso. También es adecuado llevar una cobija, ropa abrigadora y medicamentos si se está bajo tratamiento. Si la persona mayor requiere de alguna alimentación especial, no hay que olvidar solicitarla con anticipación. Las líneas aéreas son flexibles al respecto y pueden apoyar a sus clientes en cuestiones así.
Finalmente, en el destino que se desea conocer, los adultos mayores deben tener cuidado con alimentos desconocidos que pudieran afectarles en su salud; cuidar los cambios de horario bruscos; las alteraciones abruptas en el clima y reservar habitaciones de hotel que no impliquen subir demasiados escalones.