La superficie que ocupan los desiertos en México es tan grande que existe más de un lugar para descubrir su riqueza, sin embargo, sólo hay un lugar dónde podemos transportarnos por este ecosistema a través del tiempo, este es, el Museo del Desierto (MUDE).
Más que un museo, es un sorprendente espacio que ofrece una visión interesante y entretenida de los desiertos en el mundo y de las zonas áridas y semiáridas de México.
Mediante una exhibición interactiva nos conduce a través del tiempo para mostrarnos el origen y características del desierto. El museo se compone de cuatro grandes salas: el desierto y su pasado, el hombre y el desierto, evolución y biodiversidad y el laboratorio de la vida.
La visita al MUDE inicia en el patio de la ciénega, una encantadora poza que representa los nacimientos de agua de Cuatrociénegas, Coahuila, a través de éste se llega al vestíbulo del museo en donde se tiene acceso a los pabellones; esta área también nos brinda una excelente panorámica de la Ciudad de Saltillo.
En el primer pabellón se encuentra en exhibición un imponente esqueleto de dinosaurio de 3 metros de altura, es el único ejemplar de Tiranosaurio Rex que existe en México. Aquí conoceremos sobre el origen de la tierra y el trabajo que realizan los paleontólogos.
El segundo pabellón nos da la oportunidad de conocer el paso de los grupos humanos por el desierto, se puede disfrutar de una interesante colección de evidencias de las culturas que habitaron el noreste de México.
La visita al tercer pabellón es un recorrido por la evolución de las especies que poblaron el desierto chihuahuense durante los últimos ¡10 mil años!. Muchas cosas por ver, una amplia colección que incluye esqueletos de un glyptdonte, un tigre dientes de sable y un enorme mamut.
El último pabellón se compone de un biodomo, en éste podemos encontrar una recreación del clima tropical de Coahuila hace 70 millones de años, un serpentario y una colonia de cynomys mexicanus o perritos de la pradera, especie única de esta región de México.
El MUDE cuenta también con una tienda, una cafetería, un auditorio y una sala de exhibiciones temporales; ¡ah! y unos agradables corredores entre cactus y plantas del desierto.
Fotografía: Museo del Desierto. Sistema de Información Cultural. Conaculta.