Oaxaca destaca como un lugar excelente para el turismo cultural, por sus numerosas tradiciones, referencias históricas, folclor y comunidades indígenas. Pero así también, a este mismo nivel, sobresale por su riqueza natural, geográfica y su excelencia para el disfrute ecoturístico y el descanso. Son innumerables, por ejemplo, los sitios playeros oaxaqueños, en donde los viajeros pueden hallar aquel rincón paradisiaco de sus sueños, capaz de satisfacer sus ansias de diversión y relajación extrema. Uno de estos lugares es La Boquilla y en lo que sigue comentaremos acerca de sus encantos, de su pertinencia para ser disfrutada por el público mexicano y de otras latitudes.
La Boquilla es una diminuta playa que mide no más de 120 metros de largo y cuenta con unos 20 metros de anchura. Pero si sus dimensiones físicas son moderadas, no es así en el caso del esparcimiento que brinda y la belleza de su entorno, con una fuerte pendiente y fina arena. El agua de esta playa oaxaqueña es templada, de tonalidad veridazul y plácido oleaje. Las aguas cercanas a la playa son de poca profundidad, y por ende, es factible disfrutar en ellas de la natación y el buceo.
Qué visitar en La Boquilla
Un sendero en zigzag- sinuoso camino de terracería-, nos lleva desde la carretera con dirección a Puerto Ángel hasta una playa de coralinas arenas. Se trata de La Boquilla, el sitio ideal para quienes gustan de los lugares apartados y silenciosos, perfectos para la relajación y el descanso.
La Boquilla es una bahía que exhibe una curiosa forma de media luna, separada y amparada por una barrera de cerros y densa vegetación. Sin duda estamos ante uno de los parajes más hermosos de la zona costeña del estado de Oaxaca. Tan solo el tono azul polinesio de las aguas del lugar, bastarían para distinguir a La Boquilla, en el mapa turístico del sur del país.
En el corazón de este santuario de silvestre encanto, se localiza un sugestivo hotel, integrado por pequeños bungalows de estilo costeño tradicional. Es un establecimiento de hospedaje recomendable para las parejas de enamorados y recién casados en su Luna de Miel, por la distribución que manejan los bungalows, separados unos de otros a lo largo del cerro.
En La Boquilla no habita más que un puñado de personas, con un estilo de vida por demás respetuoso con el medio ambiente. De acuerdo a los moradores de La Boquilla, este último es un lugar idóneo para quienes prefieran un ventilador y un recorrido en canoa, en lugar de un paseo en banana playera.
Cómo llegar a La Boquilla
Playa La Boquilla se localiza a unos tres kilómetros al este de Puerto Ángel, en el entronque con la carretera federal 200. Luego hay que seguir a la derecha por un rústico sendero. Es recomendable visitar La Boquilla, utilizando una lancha como medio de transporte.
Información relevante acerca de La Boquilla
Playa La Boquilla es recomendable para vivir unas románticas vacaciones en compañía de nuestro ser más querido y para experimentar un contacto directo con la naturaleza, en un sitio sin molestas distracciones. No obstante, no es aconsejable visitar este sitio si se viaja con pequeños, ya que no existen diversiones, ni atractivos especiales para su esparcimiento.
Playa La Boquilla parece ser el sitio perfecto para una cena romántica a la luz de las velas, un vino selecto y la mejor compañía.
La gastronomía de esta región oaxaqueña es otro de sus aspectos más positivos. Por lo general los platillos representativos del sitio combinan recetas tradicionales y la pesca del día.
Actividades a realizar en La Boquilla
Los habitantes de La Boquilla son quienes recomiendan a los turistas y viajeros las actividades que pueden desarrollar en este hermoso rincón de nuestro México. Muchas de estas diversiones son adecuadas para gozarlas en pareja, lo cual aumenta la proyección de La Boquilla como destino romántico. El yoga en la playa, el buceo y el esnórquel son tres de las mejores opciones recreativas para los visitantes de playa La Boquilla. Este es un destino turístico que destaca por la hermosura de su entorno silvestre y la atmósfera íntima que proyecta, lo cual es propicio para el romance y la seducción.