Si hay algo que distingue a los hoteles boutique, con respecto a otras alternativas de alojamiento, es el estilo que manejan en sus servicios. En un destino turístico de grandes alcances, es normal que existan muchos hoteles, bed and breakfast, hostales, etc. Pero de entre todos ellos, los hoteles boutique se distinguen positivamente, entre varios aspectos, por el estilo que los define. Los viajeros pueden alojarse en varios sitios diferentes, en sucesivas vacaciones tomadas en un mismo destino, pero, a final de cuentas, siempre preferirán hacerlo en un hotel boutique, porque quedarse allí les brinda algo más que un sencillo sitio para pernoctar. Pero, ¿Cuál es ese plus? ¿En qué consiste? En lo que sigue proponemos que se trata, principalmente, de una cuestión de estilo.
La noción de estilo deriva del término latín “stilus”, el cual tenía muchas acepciones, pero que, esencialmente estaba vinculado a la idea de apariencia, estética de algo, o la delineación de un elemento. Con el paso del tiempo, la palabra estilo también ha llegado a relacionarse con la gracia que tiene una cosa o una persona, enfocándose en la elegancia y distinción que la caractericen.
Para comprender mejor lo que estilo quiere decir en el ámbito contemporáneo, vale la pena relacionarlo con el mundo de la moda. De tal manera que así, el estilo se proyecta como una tendencia que se hace predominante en cierta época del año. El estilo entonces, estaría integrado por un conjunto de particularidades y cualidades bastante específicas.
Así entonces, una vez que hemos señalado que la noción de estilo desde sus orígenes ha estado vinculada con la apariencia, la elegancia, la gracia y la distinción, se hace claro hacia dónde apunta la propuesta de alojamiento que manejan los hoteles boutique, y por qué motivos tiene tanta relevancia para estos negocios, el estilo que manejen de cara a la satisfacción de los huéspedes.
Y así, si los hoteles convencionales piensan exclusivamente en la imagen que dan a sus clientes, la impresión que generan en ellos, los hoteles boutique, por su parte, en una perspectiva aún más vasta, se preocupan también acerca de cómo se proyectan sus visitantes alojándose en ellos, que imagen tienen, qué “estilo” de vida, ofrecen ante los demás. Y para que esta última sea la mejor posible los mejores hoteles boutique colman a su público de atenciones personalizadas, mucha funcionalidad en sus instalaciones, una decoración de interiores de primer nivel y abundante elegancia. Esa es la manera en la que el estilo que tiene un, se hace experimentable y sobre todo disfrutable.