Con el objetivo de visitar las Grutas de Tolantongo, el fin de semana, en el territorio hidalguense, hay que sumergirse en el ambiente natural colmado de rincones que nos animan a relajarnos y a despejar nuestros sentidos. Lo primero es ingresar en el Ejido de San Cristóbal, justo en donde se encuentran las grutas. Conforme uno avanza en esta zona hidalguense se hace patente un oasis en medio del desierto, aunque en este caso se encuentra oculto en un gran cañón.
Los visitantes se encuentran en una enorme cascada, una sugestiva gruta y un río de aguas turquesa. Mucha gente gusta de acampar junto al río, lo cual no implica problema alguno, puesto que allí se rentan tiendas de campaña y colchonetas. También se vende leña para hacer fogatas. Quienes visitan las Grutas de Tolantongo, se sienten pequeños ante la inmensidad del paisaje, con las altas montañas y el impetuoso río que desemboca en el Pánuco. Este último tiene aguas de curioso color, por el hecho de que corren sobre rocas cálcicas y pequeñas partículas de cal se van disolviendo paulatinamente, con claros diversos y sales de magnesio.
Algo sumamente atractivo de estas aguas es la temperatura que tiene, ya que resulta muy placentera y agradable. Lo que sigue es explorar por fin las grutas. Sobre ellas se encuentra un túnel horizontal de unos 40 metros de profundidad.
En este conducto, uno se siente como en un baño sauna, puesto que la temperatura que se percibe alcanza los 38 grados centígrados. Es un ambiente perfecto para depurar el cuerpo y el alma.
Ya para el domingo, en la última parte de este fin de semana en las grutas de Tolantongo, es aconsejable visitar Paraíso Escondido. Es uno de tantos lugares mágicos que atesora este lugar. Allí aparecen varias cabañas esparcidas en medio de la barranca. Sin embargo, lo más irresistible son unas pozas termales que se encuentran sobre el barranco. Para los visitantes, nadar en ellas, es la oportunidad de experimentar algunas de las mejores vivencias turísticas de sus vidas.
Tras comer y descansar un rato es aconsejable practicar la tirolesa y el senderismo. Igual de recomendable es el restaurante El Paraje, el cual, desde hace varias décadas se ha destacado por ofrecer un gran servicio a los visitantes.
Las Grutas de Tolantongo son tan bellas y cautivantes que cientos de turistas acuden con frecuencia a disfrutar de sus encantos. Por ejemplo es habitual encontrar en estos parajes a numerosos turistas procedentes de Japón.