La comunidad de El Fuerte, en el estado de Sinaloa, fue fundada en 1563 por Francisco de Ibarra. Se construyó en la villa de San Juan Bautista o Cinaro, en las orillas del río Zuaque. A la población de El Fuerte le anteceden eventos históricos nada sencillos, puesto que, en sus inicios, sufrió el feroz asedio de los indígenas tehuecos. Esa es la razón por la cual se tuvo que construir un fuerte para ofrecer protección a los colonizadores. Tal construcción fue obra de Diego Martinez de Hurdaide, y por ello se le llamo como Fuerte de Marqués de Montesclaros, el cual, con el tiempo, cambio su nombre a villa del Fuerte de Montesclaros y mucho después, al municipio de El Fuerte.
Es importante mencionar que El Fuerte beneficio mucho las tareas de pacificación de esta zona del país. Actualmente El Fuerte se proyecta como un lugar de gran atractivo turístico y no tiene mucho tiempo que fue declarado como Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo. Municipio bello como pocos en el occidente del país, está conformado por 373 localidades entre las cuales se distinguen, por su relevancia histórica y cultural, Chinobampo, Tehueco, San Blas, Jahuara II, Charay, Mochicahui y La Constancia.
Para el caso de pasar un fin de semana en la comunidad de El Fuerte, recomendamos conocer atractivos como el Museo de El Fuerte y el Palacio Municipal. También es de destacar las tradiciones indígenas de este municipio sinaloense, puesto que se localiza en medio del circuito turístico de los Mochis-Mochicahui-El Fuerte-Choix. En lo tocante a las atracciones naturales de El Fuerte, hay que mencionar sus enormes presas, su lago, su río y sus muchas montañas. Es un espacio adecuado para la pesca deportiva y la cacería de paloma y otras especies como el mapache, el conejo y el venado cola blanca. Siempre por supuesto en las temporadas y con los medios permitidos por las autoridades.
Otros puntos de interés de El Fuerte incluyen diferentes lugares con vestigios prehispánicos, como los de Piedra Escrita, los del Cerro de la Máscara, los del arroyo de Los Zapotes y los de los cerros próximos a Mochicahui, con antiguos petroglifos llenos de misterio. Imposible no ponderar los valores artesanales y culinarios de El Fuerte, definidos en el primer caso por sus tejidos en palma y la alfarería y en el segundo caso, por diferentes guisos de pescado y mariscos.