Más de una ocasión, vivir en la ciudad nos quita la oportunidad de disfrutar nuestro recorrido por ésta. En especial, cuando lo hacemos en un medio de transporte tan ajetreado como el metro.
Sentirnos viajeros cada vez que abordamos esta vasta red de transporte es una oportunidad para descubrir un sinfín de cosas interesantes, divertidas, incluso, insospechadas.
En cualquiera de las 11 líneas actuales -12 ya muy pronto- se pueden hallar espacios, exposiciones y actividades relacionadas con la cultura, el arte y el entretenimiento.
Sin importar si es fin de semana o día laboral, abordar el metro en alguna de sus estacione céntricas nos puede brindar una animada experiencia de viaje, como es disfrutar de una banda de rock en vivo en los pasillos de la estación Bellas Artes o la ambientación de una bóveda celeste en La Raza.
El pasaje que conecta las líneas 3 y 5 del metro, es según la propia administración del metro, el primer museo científico-cognoscitivo del mundo. El Túnel de la ciencia, como también se conoce, está en operación desde noviembre de 1988.
Diversas expresiones de arte mural se pueden observar en la estación de Copilco o ingeniosos mosaicos en las paredes de las estaciones de las líneas 8 y B.
Múltiples muestras fotográficas y objetos de arte se pueden descubrir al doblar un pasillo o mientras apresuramos nuestra salida de alguna de las estaciones. Entre las exposiciones más recientes están “La Evolución del reinado de Tutankamon” en Pino Suarez, “El Color de los reptiles” en Copilco y “Mares y Costas, México, Caribe y América Central” en Auditorio.
Sin importar si se trata de vitrinas culturales, conferencias, talleres o libros, el metro es un destino para descubrir cuando viajes por la ciudad.
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