Muchos son los lugares en el Distrito Federal dónde se pueden disfrutar nuestras tradiciones de Día de Muertos; el Barrio de Coyoacán es uno de éstos, sin duda, un abanico de interesantes experiencias.
Cada año el centro de Coyoacán recibe expresiones diversas que muestran las ricas tradiciones populares de nuestro país. Esta ocasión recrea la vida urbana y se puede apreciar junto al kiosco una vistosa y divertida ofrenda de una antigua vecindad habitada por calaveras que recuerdan a la familia Burrón.
Algunas calaveras se salieron de la ofrenda y se colocaron en distintos puntos del jardín, subidas en las ramas o pegadas a un poste son mudos espectadores que no pasan inadvertidos para los visitantes, ya sea que circulen por la acera exterior al jardín o atraviesen por éste.
Frente al Templo de San Juan Bautista, se puede contemplar un majestuoso altar de muertos, una ofrenda llena de color y decorada con flores de cempasúchil, papel picado y panes de muerto, que esperan junto con otros ricos alimentos, la visita de los seres queridos.
Del 1 al 4 de noviembre de 2012, en los pasillos del jardín Hidalgo se ofrecerá una feria de chocolate y pan de muerto, así como el Festival de Catrinas, emblemáticas figuras de esta temporada.
A unos pasos del jardín se haya el Museo Nacional de Culturas Populares, en estos días se ofrecen algunas actividades y exposiciones con motivo de la celebración de muertos, donde se puede apreciar una ofrenda tradicional y un tzompantli de cartón decorado. También, hace unos días, se presentó en el museo el libro “Mercados y tianguis para el Día de Muertos”, una colección de imágenes sobre esta tradición en 21 estados del país y una selección de éstas fotografías se exhibe en la sala María Sabina.
Un poco más retirado, en el jardín Frida Kahlo, se encuentra la exhibición “Malvinas, Cruces de los Caídos”, un llamado de la comunidad argentina por la soberanía de la región y en memoria de quienes combatieron hace 30 años en la Guerra de las Malvinas.
El acceso es libre a todos los eventos excepto el museo, así que sólo queda caminar un poco, comer un rico pan de muerto y pasarla bien.