El Estado de México se ha ido transformando en una de las entidades con mayor número de Pueblos Mágicos. En este sentido, cabe mencionar a Valle de Bravo, Malinalco, El Oro y Tepotzotlán. Allí se puede tener una notable experiencia viajera, acercándonos a la esencia misma de la región con sus celebraciones, tesoros arquitectónicos y la cordialidad de los lugareños.
Vale la pena dejarse maravillar por los parajes silvestres de Malinalco y así experimentar su ámbito de reflexión y descanso. Localizado en el sureste del Estado de México, los visitantes podrán comprobar que en este Pueblo Mágico el tiempo avanza silente y calmo. Son imperdibles atractivos como el Santuario de los Guerreros Águila y Jaguar, el Convento del Divino Salvador, el Centro Recreativo Las Truchas y las pinturas rupestres que existen en las cercanías.
En El Oro pueden hallarse distintos sitios para visitar, en los que quedaron registrados los avatares históricos de este Pueblo Mágico. El momento de mayor prosperidad de El Oro se dio a finales del siglo XIX y a inicios del siglo XX, por el hallazgo de otros metales preciosos. Les aconsejamos visitar el Teatro Juárez, el Palacio Municipal, famoso por su estupenda decoración Art Noveau y Neoclásico francés e inglés.