La península de Yucatán es famosa por el prístino mundo acuático que yace bajo sus planas tierras. Los famosos cenotes son refugios paradisíacos de agua dulce que son una visita obligada para los amantes de la naturaleza.
A tan sólo 40 minutos de la ciudad de Mérida, se encuentra la población de Cuzamá, desde donde es posible hacer un bello recorrido en rústicos vagones tirados por caballos, que tienen básicamente tres paradas en tres bellos cenotes.
El trayecto se trata de una innovación ideada por los habitantes de la región, quienes buscan obtener así mayores ingresos por actividades ecoturísticas. Los vagones utilizados tienen su propia historia, ya que eran utilizados para transportar el henequen en las antiguas haciendas, actividad sumamente prospera a inicios del siglo XX.
A través de este transporte es posible avanzar por 7 kilómetros de caminos, llenos de maleza, lo cual aumenta la emoción de la aventura en pos de los cenotes Chelentún, el Chak-Zinik-Che y Bolom-Chojol), ideales para un delicioso chapuzón en las calurosas tierras yucatecas.
Al ser una actividad importante para la gente local, los lugareños insisten en que estos vagones son la única vía de acceso a los cenotes, lo cual es una mentira, también es posible ingresar caminando gratuitamente, aunque el recorrido sea un poco cansado.
Si se quiere tomar los vagones, se sugiere llegar temprano, ya que en ciertos días el número de turistas es muy superior a la disponibilidad de asientos, lo cual puede ser desesperante para los viajeros ansiosos por bañarse en los cenotes.
El costo por persona para acceder a los vagones es de 50 pesos.
Cómo llegar
Desde la central de autobuses de Mérida es posible tomar un camión en dirección a Cuzamá. Su costo es de 20 pesos. Una vez terminada la visita, es importante estar pendiente del regreso, ya que el último camión de regreso a Mérida sale de Cuzamá a las 6pm.