Una de las mayores inquietudes que surgen al planear un viaje es solucionar cómo podemos portar nuestro dinero de manera eficiente y segura. A fin de cuentas, si no queremos estar mendigando hospedaje y comida, el dinero representa certidumbre y confianza para hacer cabalmente lo que planeamos.
Para quienes viajan con dinero en efectivo, siempre está presente el riesgo de perderlo todo en un desafortunado asalto o bolseo; sin embargo podemos aplicar ciertas técnicas que harán que el riesgo disminuya considerablemente.
Aunque no es infalible, es recomendable recurrir a una cangurera de seguridad escondida debajo de la ropa. Así, si nos roban una mochila u otro artefacto visible, podemos permanecer con lo esencial para continuar el viaje.
La cangurera de seguridad nos permite ser discretos y vernos más casuales en cualquier situación; sin embargo, no es recomendable apostarlo todo a la cangurera, es prudente saber dividir nuestro dinero: puede resultar útil llevar una cartera común y corriente en el bolsillo, donde portemos una cantidad de dinero moderada y disponible en todo momento. Así, no estaremos recurriendo constantemente a la cangurera y, en caso de ser asaltados, se llevarán instintivamente la cartera, pero con suerte no descubrirán la cangurera.
La intuición es la mejor arma del viajero. Si llegamos a casa de un amigo o estamos en un hotel que nos inspire seguridad, resultará reconfortante poder desprendernos de nuestros objetos de valor mientras salimos a explorar; no obstante, si esto es imposible, la cangurera será nuestra fiel compañera, y quedará en nosotros tener los ojos bien abiertos ante cualquier probabilidad de riesgo.