La herencia de Vasco de Quiroga puede ser revivida disfrutando de un viaje por los alrededores de Morelia, en el estado de Michoacán. En los alrededores de la capital purépecha, se pueden hallar innumerables alternativas de paseos, para conocer pintorescas comunidades llenas de historia y de cultura. Una de ellas es Tiripetío, ubicada a menos de una hora en coche desde el centro de Morelia. Para arribar a Tiripetío hay que partir por la autopista 37 con rumbo a Pátzcuaro. Tiripetío aparece a 25 kilómetros de recorrido por la vía mencionada.
A Tiripetío arribaron en 1537 un grupo de frailes agustinos, con el propósito de evangelizarlo. Un año después, Fray Diego de Chávez comenzó en el lugar, la edificación del Templo de San Juan Bautista y de su convento anexo. Ambos fueron concluidos en el sorprendente periodo de 15 años. A este complejo se le añadió, como era habitual en estas tentativas evangelizadoras de la Colonia, un hospital de indios.
En 1540, los agustinos resolvieron instalar en Tiripetío el Colegio de Estudios Mayores de Arte y Teología. La primera institución de educación superior aparecida en nuestro continente. Luego de un brillante periodo educativo y de fomento de la cultura, en 1802 los frailes dejaron el templo, el cual paso a ser propiedad del clero secular.
Los turistas que visiten el pueblo michoacano de Tiripetío, hallarán una de las iglesias más hermosas que surgieron durante los tiempos novohispanos. Sufrió un incendio en el siglo XVI, pero aún con ello, los visitantes actuales pueden admirar el diseño original que lucía: una edificación sacra con un artesonado- ya sin pintura alguna-, soportado por unas columnas de madera. La portada que luce el Templo de San Juan Bautista, sobria y de estilo renacentista, tiene un frontón sobre el que aparecen esculturas de San Nicolás de Tolentino, San Agustín y San Juan Bautista.
El ex convento y el ex colegio se encuentran hoy en día bajo el cuidado y gestión de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la cual utiliza el hermoso complejo que les hemos descrito, como sede del Centro de Documentos Microfilmados del Occidente de México.
No lejos del pueblo de Tiripetío se encuentra el Lago de Cuitzeo, en donde habitan distintas variedades de plantas y animales, las cuales, por su valía biológica, son imperdibles de admirar. Además, los visitantes que hayan decidido complementar un paseo por Tiripetío, con un recorrido a este lago formidable, tendrán la oportunidad de saborear sabrosos peces recién capturados en este, el segundo lago más grande del país.