En el periodo histórico en que tuvieron mayor éxito como motores de la economía, las haciendas de México proliferaron a todo lo largo y ancho del territorio nacional. Y aunque con el tiempo decayeron y finalmente cerraron sus puertas las haciendas mexicanas, muchas de las más hermosas fueron transformadas en museos o en hoteles de lujo.
Esa es una de las razones por las cuales, vale la pena visitar las haciendas mexicanas. Se trata de construcciones que entreverán en su proyección arquitectónica, historia, cultura y sugestivas leyendas. En la fotografía que les compartimos se observan varios de los detalles que hacen tan especiales a las haciendas de nuestro país: añejas estructuras, un exuberante ambiente silvestre y valiosas referencias históricas.