Para gozar de unas vacaciones en alguno de los innumerables destinos playeros con los que cuenta el territorio mexicano, es preciso seguir algunas valiosas prácticas, cuidados y previsiones. Una cuestión interesante es la de saber si sabemos tomar el sol con la seguridad indispensable. Año con año los dermatólogos dan a conocer de los cuidados que se requieren para tomar baños de sol en playas radiantes y bellas, como las de México. Y sin embargo, se siguen cometiendo descuidos y errores.
En cada ocasión que se proyecten unas vacaciones en Acapulco, la Gran Costa Maya, o la Costalegre, es aconsejable seguir algunas reglas básicas, con relación a los baños de sol. La luz del sol está integrada por distintas longitudes de onda y las tres tienen impacto sobre nuestra piel, ocasionando manchas, arrugas, envejecimiento prematuro e incluso cáncer en la piel. De tal suerte que si lo deseado es un bronceado atractivo pero sobre todo seguro, hay que considerar las siguientes recomendaciones.
La crema solar que se utilice debe ofrecer un alto grado de protección, especialmente los primeros días. Y es que, aunque parece que no nos quemamos con el sol, es necesario utilizar un medio de protección solar cercano al factor 50. Luego de los primeros 15 días en el ambiente costero, se puede disminuir la protección, pero siempre de acuerdo al tipo de piel.
La crema de protección solar debe de ser aplicada en la piel del turista, por lo menos media hora antes de exponerse al sol en las playas de México. Si se está viajando a un destino con cierta abundancia de moscos, como es el caso de San Blas y otros puntos costeros de Nayarit, hay que usar alguna loción repelente de mosquitos, pero después de la crema de protección solar.
Es preciso evitar los baños de sol en las horas centrales del día, específicamente de las 11 de la mañana a las 4 de la tarde; también son indispensables las gafas de sol, así como también, los gorros y las sombrillas. No hay que olvidar que el sol se toma, no solo descansando en las tersas arenas de playas como las de la Riviera Maya o Playa del Carmen, sino también cuando se está nadando o practicando algún deporte de playa. De la misma manera, no solo el cuerpo y la cara es lo que se expone al sol, sino también las orejas, los labios y el dorso de las manos, por lo cual hay que tomar las previsiones y cuidados con respecto a estas partes del cuerpo. Es algo que no siempre se hace.